Horas
En la mitología griega, las Horas (en griego, Ὧραι; en latín, Horae, esto es, «Estaciones»)[1] eran originalmente las personificaciones o diosas del orden de la naturaleza y de las estaciones, si bien posteriormente fueron consideradas como diosas del orden en general y de la justicia. Suelen, pues, distinguirse dos «generaciones» principales.
A las Horas, y ya desde Hesíodo, se las suele considerar hijas de Zeus y Temis.[2] En las fuentes tardías aparecen descritas como hijas de Helios y Selene, astros que marcan el paso del tiempo;[3] o bien «las hijas del Tiempo, las doce Horas circulares, acompañan como sirvientas al brillante carro de Helios».[4]
Consideraciones generales
editarEn las obras de Homero, donde no se menciona a sus padres ni su número, las Horas son las divinidades olímpicas del clima y las ministras de Zeus, y como tales vigilan las puertas del Olimpo y fomentan la fertilidad en la tierra, al enviar diversas climatologías sobre ella.[5] Como el clima, en un sentido general, se regula según las estaciones, las Horas son también descritas como diosas de las estaciones, es decir, las fases regulares bajo las que la propia naturaleza se manifiesta. Son amables y benevolentes, trayendo a dioses y hombres muchas cosas buenas y deseables. Sin embargo, como es Zeus quien tiene el poder de reunir y dispersar las nubes, las Horas son en realidad sólo sus ministras, y algunas veces también las de Hera.[6]
Bajo diferentes circunstancias, los hombres consideran el paso del tiempo (o las estaciones) rápido o lento, y por tanto ambos epítetos se aplican a las Horas. El curso de las estaciones (o las horas) es descrito simbólicamente por el baile de las Horas; y, junto con las Cárites, Hebe, Harmonía y Afrodita, acompañan las canciones de las Musas y el tañido de la lira de Apolo con su baile. Cuando Afrodita ascendió al Olimpo fueron las Horas quienes la recibieron y la engalanaron.[7]
Primera «generación»
editarLas nociones homéricas continuaron vigentes durante mucho tiempo, siendo consideradas las Horas como las dadoras de las diversas estaciones del año, especialmente de la primavera y el otoño, es decir, de la naturaleza en su florecimiento y madurez. En Atenas se adoraba desde tiempos muy antiguos a Talo (Θαλλώ), la Hora de la primavera, y Carpo (Κάρπω), la del verano. La Hora de la primavera acompañaba a Perséfone cada año en sus ascensos desde el inframundo, y la expresión «la cámara de las Horas se abre» equivalía a «llega la primavera». Los atributos de la primavera (flores, fragancia y grácil frescura) eran igualmente transferidos a las Horas, y de esta forma adornaban a Afrodita cuando esta surgía del mar, hacían una guirnalda de flores para Pandora, e incluso algunos objetos inanimados eran descritos como receptores de encantos característicos de las Horas. Por lo tanto, guardan gran parecido y son mencionadas junto con las Cárites, y ambas son frecuentemente confundidas o identificadas. Como fueron concebidas para fomentar la prosperidad de todo aquello que crece, aparecen también como las protectoras de la juventud y los dioses recién nacidos, y los jóvenes atenienses, al ser admitidos entre los efebos, mencionaban a Talo, entre otros dioses, en el juramento que prestaban en el templo de Aglauro.
El templo que estas dos Horas tenía en Atenas contenía también un altar dedicado a Dioniso Orto. Fueron igualmente adoradas en Argos, Corinto y Olimpia, principalmente entre granjeros rurales. En obras de arte, las Horas eran representadas como bellas y saludables doncellas, portando los diferentes productos de las estaciones, rodeadas de flores de colores vivos y abundante vegetación, u otros símbolos de fertilidad.
Segunda «generación»
editarComo en muchos otros casos, en las Horas puede verse una transición gradual desde nociones puramente físicas a éticas, y la influencia que originalmente tenían sobre la naturaleza en general fue posteriormente trasladada a la vida humana en particular, como diosas de la ley y el orden que mantenían la estabilidad de la sociedad. El primer signo de este cambio aparece ya en Hesíodo, quien las describe en su Teogonía dando a un país buenas leyes, justicia y paz, las llama hijas de Zeus y Temis. Pero las ideas éticas y físicas no se mantienen siempre separadas, y a menudo se mezclan unas con las otras, como en Píndaro. Desde entonces se consideró a las Horas una tríada, al igual que las Moiras o Parcas y las Cárites o Gracias:
- Eunomia (Ευνομια, «buen orden») era la diosa de la ley y la legislación. La misma diosa o una diferente de igual nombre puede haber sido hija de Hermes y Afrodita.
- Dice (Δικη, «justicia») era la diosa de la justicia moral. Presidía sobre la justicia humana, haciendo su madre (Temis) lo propio con la justicia divina. Dice había nacido mortal y Zeus la situó en la tierra para mantener la justicia entre la humanidad. Pero pronto aprendió que esto era imposible, y la situó junto a él en el Olimpo.
- Irene (Ειρήνη, «paz»), cuya equivalente en la mitología romana era Pax, era la personificación de la paz y la riqueza, y era representada en el arte como una joven y bella mujer llevando una cornucopia, un cetro y una antorcha o ritón.
«A cada una de las llamadas Horas Zeus confió la misión que correspondía a su nombre y la de ordenar la vida de los hombres con vistas a que alcanzaran los objetivos más ventajosos, ya que nada tiene más posibilidades para procurar una vida feliz que el respeto a las leyes (eunomía), la justicia (díkē) y la paz (eirếnē)».[8]
Nombres
editarLas fuentes varían en el nombre y número de las Horas. Pueden ser descritas como tres en número,[2] o bien diez[9] o incluso doce.[4]
- Hesíodo dice que Zeus, en segundo lugar, se llevó como esposa a la brillante Temis y esta le parió a las tres Horas: Eunomía — Εὐνομία, «buen orden»— , Dike — Δίκη, «justicia»— y la floreciente Eirene — Ειρήνη, «paz»— , las cuales protegen las cosechas de los hombres mortales.[2]
- Pausanias dice que, en efecto, entre los atenienses honran desde antiguo a Carpo — Καρπώ, «fruto»— y a otra diosa, que llaman Talo — Θαλλώ, «brote»—; a esta última le tributan honores juntamente con Pándroso.[10]
- Nono nos habla de las cuatro Estaciones: la Primavera (Εἴαρ, Eíar), el Verano (Θέρος, Théros), el Otoño (Φθινόφωρον, Phthinóporon) y el Invierno (Χειμών, Kheimốn).[11]
- Higino primero nos dice que por su parte, los nombres de las Horas, hijas de Júpiter (Zeus), hijo de Saturno (Crono), y de la titánide Temis, son éstos: Auxo — Αὐξώ, «crecimiento»— , Eunomía, Ferusa — Φέρουσα, «portadora»— , Carpo, Dice, Euporia — Ευπορια, «abundancia»— , Irene, Ortosia — Ορθωσια, «prosperidad»— y Talo.[9]
- El mismo autor proporciona otro catálogo de nombres diferentes, diez en número: Auge — Αυγη, «primera luz»— , Anátole — «amanecer»—, Música, Gimnástica, Ninfa, Mesembria — Μεσημβρια— , Esponde, Elete, Acte, Hésperide — atardecer— y Disis — ocaso— . De estos nombres Anátole y Gimnástica sólo son proporcionados por Higino, en tanto que algunos nombres, como Elete y Acte, están corruptos.[9]
Referencias
editar- Smith, W., ed. (1867). A Dictionary of Greek and Roman biography and mythology. Boston: Little, Brown & Co. ii.517. OCLC 68763679.
- ↑ Antonio Ruiz de Elvira: Mitología clásica, p.94. Editorial Gredos, 1982. ISBN: 978-84-249-2900-8.
- ↑ a b c Hesíodo: Teogonía 901 y ss.
- ↑ Quinto de Esmirna: Posthoméricas X 334
- ↑ a b Nono de Panópolis: Dionisíacas XII, 7
- ↑ Homero: Ilíada V, 749-751: «Las puertas del cielo custodiadas por las Horas, a quienes está encomendado del cielo y el elevado Olimpo, bien para disipar una espesa nube, bien para echarla encima».
- ↑ Homero: Ilíada VIII 393, 433, en donde se dice que las Horas desataron los conceles de Hera y los amarraron a los pesebres olímpicos.
- ↑ Himno homérico VI, a Afrodita
- ↑ Diodoro Sículo: Biblioteca histórica V 73, 6
- ↑ a b c Higino: Fábulas 183
- ↑ Pausanias: Descripción de Grecia IX 35, 1
- ↑ Nono de Panópolis: Dionisíacas 38.268
Fuentes
editar- Odisea ii.107, x.469, xi.294, xix.152, xxiv.141, xxiv.343
- Ilíada v.749, viii.393, viii.433, xxi.450
- Himno homérico a Apolo 16
- OVIDIO: Fastos i.125; Metamorfosis ii.118
- PAUSANIAS: Descripción de Grecia ii.13§3, ii.17§4, ii.20§4, iii.18§7, v.11§2, v.15§3, ix.35§1
- PÍNDARO: Nemeas (Νεμεόνικοι) iv.34; Olímpicas iv.2, xiii.6; Píticas (Πυθιόνικοι) ix.62
- HORACIO: Himno secular iv.7.8
- JENÓFANES: Simposio 7
- VALERIO FLACO: Argonáuticas iv.92
- LUCIANO DE SAMÓSATA: Diálogos de los dioses (Θεῶν Διάλογοι) x.1
- Himnos órficos xlii.7
- HESÍODO: Trabajos y días 65; Teogonía 901 y ss.
- HIGINO: Astronomía poética ii.5; Fábulas 183
- FILÓSTRATO EL VIEJO: Imágenes i.26
- NONO DE PANÓPOLIS: Dionisíacas xi.50
- PÓLUX: Onomástica (Onomasticon) viii.106
- Biblioteca mitológica i.3§1
- DIODORO SÍCULO: Biblioteca histórica v.72
Enlaces externos
editar- HIGINO: Fábulas (Fabulae), 183: Los nombres de los caballos del Sol y los de las Horas (Equorum Solis et Horarum nomina).
- Texto inglés en el sitio Theoi.
- Texto latino en el sitio de la Bibliotheca Augustana (Augsburgo).
- Ed. de 1872 en el Internet Archive: texto latino en facsímil electrónico.
- Texto inglés en el sitio Theoi.
- Himnos órficos 42: Las horas.
- Texto inglés en el sitio Theoi; trad. de 1792 de Thomas Taylor.
- Thomas Taylor (1758 - 1835): neoplatónico inglés, el primero en traducir a su idioma las obras de Platón, las de Aristóteles y los fragmentos órficos.
- Texto inglés: otra edición, en el sitio Sacred Texts.
- Texto inglés en el sitio Theoi; trad. de 1792 de Thomas Taylor.
- FILÓSTRATO EL VIEJO: Imágenes (Εικόνες) II, 34: Las Horas (Ὧραι).
- Traducción al inglés, en Theoi; trad. de 1931 de Arthur Fairbanks publicada en la Loeb Classical Library.
- Texto bilingüe griego - francés, en el sitio de Philippe Remacle.
- Texto griego, en Wikisource.
- Arthur Fairbanks (1864 - 1944): historiador estadounidense del arte que fue director del Museo de Bellas Artes de Boston desde 1908 hasta 1925.
- Philippe Remacle (1944 - 2011): helenista y latinista belga de expresión francesa.
- Texto griego, en Wikisource.
- Texto bilingüe griego - francés, en el sitio de Philippe Remacle.
- Traducción al inglés, en Theoi; trad. de 1931 de Arthur Fairbanks publicada en la Loeb Classical Library.
- Imágenes de las Horas, en el sitio del Instituto Warburg.
- Las Horas, en el sitio del Proyecto Perseus.