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Sistema nervioso entérico

De Wikipedia, la enciclopedia libre
Plexo intestinal con aspecto de red. Los puntos rojos son células.
Esquema de la ubicación de los Plexos del Sistema Nervioso Entérico.

El sistema nervioso entérico[1]​ (ENS en inglés) es la subdivisión del sistema nervioso autónomo que se encarga de controlar directamente: la motilidad gastrointestinal, la vascularización de los diferentes sectores, las secreciones del aparato digestivo y además advertir sobre el hambre y la saciedad. El SNE se encuentra localizado en el espesor de los tejidos que conforman las paredes de: el esófago, el estómago, el intestino delgado y el colon.
El SNE se encarga de funciones autónomas, como la coordinación de reflejos intestinales, la regulación de la secreción, las contracciones peristálticas, la absorción, la sensación, las funciones inmunes, y el eje intestino-cerebro.

Embriología

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El sistema nervioso entérico (SNE) se forma durante el desarrollo embrionario, cuando las células de la cresta neural (del sistema nervioso), migran hacia el tracto gastrointestinal.[2][3][4]
En humanos, las células precursoras vagales de la cresta neural ubicadas en las somitas 1 a 7, migran aproximadamente en la cuarta semana de gestación.[5]
Es una migración de la cresta neural sobre todo del romboencéfalo hasta los 2/3 anteriores (proximal) de la longitud del colon y de la cresta neural desde 1/3 posterior (distal) del colon hasta el ano.[3]

Estructura

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El sistema nervioso entérico (SNE) es un sistema complejo de neuronas y glía en la pared intestinal. El (SNE) está compuesto por una red calculada en 100 millones (100 000 000,  1 × 108) de neuronas, tantas como en la médula espinal,[6]​ repartidas por los 10 metros (m) aproximados del tubo digestivo.[7]​ El SNE es un sistema muy complejo, que consiste en una red neuronal capaz de actuar independientemente del encéfalo.[8]

El SNE se trata de un sistema local, organizado de forma sistemática y con capacidad de operación autónoma, comunicado con el sistema nervioso central (SNC) a través de los sistemas simpático y parasimpático. Estos envían información motora al intestino, al mismo tiempo que el intestino envía información sensitiva.[8]

Las neuronas del SNE se agrupan en dos tipos de ganglios nerviosos: que se denominan plexos mio-entéricos (musculares) y plexos submucosos (secretores).

Plexos intestinales

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Los plexos son estructuras nerviosas formadas por somas y axones de neuronas dispuestos en redes.

{{{Alt
10= Plexo submucoso de Meissner.
16= Plexo muscular de Auerbach .
{{{Alt
visualización simultánea de ambos Plexos en Ileon y en Colon proximal.
MP= Plexo Mientérico
SMP= Plexo SubMucoso (en verde). Inmunohistoquímica. Microscopía confocal.

Cada uno de estos plexos está formado por ganglios (o nodos), que están conectados entre sí mediante las hebras internodales. Cada ganglio es una colección de varios tipos de neuronas.[9][4][10]

Plexo submucoso o de Meissner

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Es una red continua desde el esófago hasta el esfínter anal externo localizada en la submucosa. Se encarga de la regulación de la secreción de hormonas, enzimas y todo tipo de sustancia secretada por las diferentes glándulas que se encuentran a lo largo del tubo digestivo. Presenta pocas neuronas, y de tipo estimula el cuerpo.

Plexo mientérico o de Auerbach

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Se encuentra entre las capas musculares circular y longitudinal del intestino; es menor en el esófago y estómago; pero se encuentra abundantemente en el intestino y escasos al final del canal anal. Es el encargado de los movimientos intrínsecos gastrointestinales.

Incluye neuronas aferentes o sensoriales, interneuronas y neuronas eferentes o motoras, de modo que puede actuar como centro integrador de señales en ausencia de input del SNC y llevar a cabo actos reflejos.[10][11]

El circuito neuronal más básico del sistema nervioso entérico, consta de un número limitado de elementos celulares: una neurona sensorial que directamente, o a través de una interneurona, que hace sinapsis con una neurona motora de salida excitatoria o inhibidora. Este circuito, como un módulo se repite de forma sistemática para formar el plexo. Sin embargo neuronas entéricas que inervan diferentes objetivos se mezclan dentro de los ganglios.[12]

Fisiología

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Disposición de Neuronas Sensoriales Intrínsecas en el Plexo del SNE.
Disposición de InterNeuronas en el SNE.
Disposición de Neuronas Motoras y Secretomotoras en el Plexo del SNE.
Relaciones funcionales del SNE

El sistema nervioso entérico (SNE) tiene la capacidad de monitorizar eventos en el espesor de la pared intestinal y dentro de la luz intestinal, para generar los reflejos que provocarán unos patrones apropiados de motilidad, de absorción, de secreción y de flujo sanguíneo para digerir y absorber o bien para diluir y expulsar el contenido gastrointestinal.[13]

El SNE es capaz de funcionar independientemente del cerebro y la médula espinal, pero depende de la inervación del nervio vago y los ganglios prevertebrales en sujetos sanos.

El SNE tiene conexiones sinápticas entre: las neuronas sensoriales, las interneuronas y las neuronas motoras. Las interneuronas están interconectadas en redes neuronales, que procesan información sobre el estado del intestino y tienen diferentes patrones de comportamiento programado.[13]

En el SNE las neuronas se pueden agrupar en categorías según sus funciones: neuronas aferentes primarias, interneuronas ascendentes, interneuronas descendentes, neuronas motoras excitadoras, neuronas motoras inhibidoras, neuronas vasomotoras y neuronas secretomotoras.[5][14]

En el intestino delgado de cobayo, un segmento de 10 milímetros (mm) contiene aproximadamente: 6500 neuronas intrínsecas aferentes primarias en el plexo mientérico; 1200 interneuronas ascendentes, 3000 interneuronas descendentes; y, 4000 neuronas motoras inhibitorias y 3000 excitatorias que inervan al músculo circular.[15]

Terminaciones de Neurona de Ganglio de Raíz Dorsal (DRG) en el Colon.

Las neuronas que envían sus axones desde el intestino a los ganglios prevertebrales (víscero-fugas), cuyos cuerpos celulares están dentro de la pared intestinal, proporcionan un impulso sináptico excitador a las neuronas simpáticas que controlan la motilidad intestinal y la secreción intestinal. Las neuronas víscero-fugas son directamente mecanosensibles a la compresión y el estiramiento focales.[16][17]

Neuronas motoras excitatorias e inhibitorias

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Las neuronas motoras representan la conexión final de los ganglios con las células musculares lisas de las capas circular y longitudinal. Se pueden subclasificar en motoneuronas excitatorias e inhibitorias.
El óxido nítrico (NO) y el ATP son los principales neurotransmisores inhibitorios. Las neuronas nitrérgicas sintetizan NO, que difunde, a través de la membrana celular, uniéndose a su receptor y activando posteriormente mecanismos intracelulares que provocan finalmente una relajación muscular. El ATP actúa como neurotransmisor inhibitorio junto con el NO.[17]

Funciones

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El sistema nervioso entérico (SNE) se encarga de funciones autónomas, como la coordinación de reflejos intestinales, los movimientos peristálticos, la regulación de la secreción, como la biliar y la pancreática, las contracciones peristálticas, la absorción, la sensación y las funciones inmunes.[4][12]

El SNE posee una amplia gama de propiedades de reparación, de mantenimiento y de adaptación, que se activan en respuesta a diferentes estímulos fisiológicos o nocivos.[14]

El SNE interactúa con el sistema inmunológico, la microbiota intestinal y el epitelio cilíndrico para mantener la defensa de la mucosa y la función de barrera.[18]

Véase también

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Referencias

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  1. OMS,OPS,BIREME (ed.). «Sistema nervioso entérico». Descriptores en Ciencias de la Salud. Biblioteca Virtual en Salud. 
  2. Sadler T.W. (2006). «6: Aparatos respiratorio y digestivo». Langman fundamentos de embriología médica. Médica Panamericana. p. 62. .
  3. a b Aguirre Benítez E.L.; Velázquez Carranza A.; González del Pliego Olivares M.V.; Hofmann Salcedo P.G. «Cresta Neural: La Cuarta Capa Germinativa». UNAM.  .
  4. a b c Jiang Y.; Dong H.; Eckmann L.; Hanson EM.; Ihn KC.; Mittal RK. (2017). «Visualizing the enteric nervous system using genetically engineered double reporter mice: Comparison with immunofluorescence.». PLoS ONE (Public Library of Science) 12 (2): e0171239. doi:10.1371/journal.pone.0171239. Consultado el 10 de marzo de 2024. .
  5. a b Romero-Trujillo J.O.; Frank-Márquez N.; Cervantes-Bustamante R.; Cadena-León J.F.; Montijo-Barrios E.; Zárate-Mondragón F.; Cázares-Méndez J.M.; Ramírez-Mayans J. (2012). «Sistema nervioso entérico y motilidad gastrointestinal». Acta Pediatr Mex (Redalyc) 33 (4): 207-214. Consultado el 9 de marzo de 2024.  .
  6. Gal Iglesias, Beatriz et al. (2007). Bases de la fisiología (2.ª edición). Tébar. .
  7. Ania Palacio, Jose Manuel et al. (2006). Auxiliares de enfermería del Servicio Navarro de Salud. Editorial MAD..
  8. a b «¿Por qué lo llaman "el segundo cerebro" y otros 6 datos sorprendentes sobre el intestino?». BBC News Mundo. 2018. 
  9. «El rol del sistema nervioso entérico en la salud». Intramed. 2003.  .
  10. a b Carbone S.E.; Jovanovska V.; Nurgali K.; Brookes S.J.H. (2014). «Human enteric neurons: morphological, electrophysiological, and neurochemical identification». Neurogastroenterol Motil. (NIH) 26 (12): 1812-1816. PMC 4265287. PMID 25293378. Consultado el 7 de marzo de 2024.  .
  11. Brookes S.J.; Ewart W.R.,; Wingate D.L. (1987). «Intracellular recordings from myenteric neurones in the human colon». J Physiol. 390: 305-318. PMC 1192182. PMID 2895177. doi:10.1113/jphysiol.1987.sp016702. Consultado el 7 de marzo de 2024.  .
  12. a b Fung C.; Vanden Berghe P. (2020). «Functional circuits and signal processing in the enteric nervous system». Cell Mol Life Sci. 77 (22): 4505-4522. PMC 7599184. PMID 32424438. doi:10.1007/s00018-020-03543-6. Consultado el 12 de marzo de 2024.  .
  13. a b Páramo-Hernández D.B.; Pineda-Ovalle L.F.; Moya-Valenzuela LM.; Concha-Mejía A. (2023). «Trastornos de la interacción cerebro-intestino (trastornos funcionales digestivos), racionalidad para el uso de la neuromodulación». Rev. colomb. Gastroenterol. (REVISIÓN) (Bogotá: SciELO) 38 (2). doi:10.22516/25007440.997. Consultado el 9 de marzo de 2024.  .
  14. a b de Giorgio R.; Blandizzi C. (2010). Targeting Enteric Neuroplasticity: Diet and Bugs as New Key Factors. doi:10.1053/j.gastro.2010.03.022. Consultado el 7 de marzo de 2024. .
  15. «Conociendo un poco más del íleon». Facultad de medicina. UNAM. 2014.  .
  16. Hibberd T.J.; Zagorodnyuk V.P.; Spencer N.J.; Brookes S.J.H. (2012). «Identification and mechanosensitivity of viscerofugal neurons». Neuroscience 225: 118-129. doi:10.1016/j.neuroscience.2012.08.040. Consultado el 20 de marzo de 2024. .
  17. a b Gallego D.; Mañé N.; Gil V.; Martínez-Cutillas M.; Jiménez M. (2016). «Mecanismos responsables de la relajación neuromuscular en el tracto gastrointestinal». Rev. esp. enferm. dig. (REVISIÓN) (Madrid: SciELO) 108 (11). Consultado el 29 de junio de 2024. .
  18. Sharkey K.A.; Mawe G.M. (2023). «The enteric nervous system». Physiol Rev. (REVISIÓN) (en inglés) 103 (2): 1487-1564. PMC 9970663. PMID 36521049. doi:10.1152/physrev.00018.2022. Consultado el 11 de marzo de 2024.  .

Enlaces externos

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