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Olimpio

De Wikipedia, la enciclopedia libre
Olimpio
Información personal
Nacimiento siglo IV
cerca del mar Negro
Fallecimiento año 410
Rávena
Causa de muerte ejecutado a garrotazos
Ciudadanía romano occidental
Información profesional
Ocupación Político Ver y modificar los datos en Wikidata
Años activo 407-409 y 409–410[1]
Cargos ocupados magister scriniorum[1]
magister officiorum[1]
Predecesor Nemorio[2]
Sucesor Gaiso[2]

Olimpio (Olympius) fue un político romano occidental conocido por haber organizado la caída y muerte de Estilicón.[1]​ Ocupó el cargo de magister officiorum en dos periodos: entre agosto de 408 y mediados de 409 así como entre finales de 409 y febrero de 410, ambos bajo el gobierno de Honorio.[1]​ Durante el primero fue el hombre fuerte de la corte de Rávena.[1]​ Sucedió en el puesto a Naemorius.[3]

Primeros años

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Era un eunuco que había nacido en algún lugar cerca del mar Negro.[1]​ Poco se sabe de los primeros años de su carrera.[4]​ Tuvo que llegar a occidente junto a varios personajes más de la corte de Constantinopla cuando Teodosio venció a Eugenio en el año 394 y unificó el Imperio en su persona. Estilicón —quien también había llegado en las mismas circunstancias— asumió su patronazgo e impulsó su carrera dentro de la Administración imperial.[5]​ Parece ser que comenzó como notarius en la corte de Milán y luego se trasladó a Roma donde trabajó como funcionario de la ciudad.[4]​ Allí participó en el funeral de la esposa de un senador durante el invierno de 396.[4]​ Ascendió en la jerarquía administrativa y para el año 407 había conseguido ser nombrado magister scriniorum puesto en el que sustituyó a Claudio Póstumo Dardano.[6]

Ascenso al poder

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Tras llegar a la cúpula de la Administración, se ganó la confianza del emperador y se alienó en una facción anti-bárbara surgida dentro de la corte quienes buscaban un mejor entendimiento con el Imperio oriental y rechazaban el uso de bárbaros dentro del ejército.[7]​ Esto era una posición contraria a la que seguía Estilicón quien había incorporado al ejército gran cantidad de godos capturados tras la invasión de Radagaiso y preparaba una expedición militar para arrebatar el Ilírico oriental a la corte de Constantinopla.[7]

A mediados del año 408 llegó la noticia de la muerte de Arcadio y surgió en la corte una división de opiniones sobre la política a adoptar al respecto. Olimpio aprovechó esta oportunidad e hizo levantar sospechas en Honorio de que Estilicón planeaba poner a su propio hijo como emperaror de Oriente.[8]​ Igualmente, consiguió instigar un motín entre las tropas estacionadas en Pavía quienes, durante una visita del emperador, el 13 de agosto dieron muerte a varios seguidores del general así como a destacados miembros de la corte, entre ellos Nemorio, el magister officiorum.[9]

Olimpio consiguió, finalmente, convencer a Honorio para ordenar el apresamiento y muerte de Estilicón quien, después del motín, había buscado refugio en una iglesia de Rávena.[10]​ Aunque los seguidores del general se dispusieron a defenderlo, este prefirió no presentar resistencia frente a su ejecución y evitar, así, una guerra civil.[10]

Hombre fuerte de la corte

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Tras la muerte de Estilicón, Olimpio fue nombrado magister officiorum y se convirtió en la persona dominante dentro de la corte.[11]​ Sus primeras medidas fueron colocar a sus partidarios en los puestos clave de la Administración y el ejército a la vez que emprendía una purga y persecución de los de Estilicón.[11]​ El triunfo del partido anti-bárbaro llevó, también, a que se desatasen pogromos en las poblaciones italianas contra las familias de los soldados bárbaros que servían en el ejército.[12]​ Estos abandonaron en masa sus unidades y se unieron a Alarico facilitando, así, su segunda invasión de Italia.[12]

Olimpio aconsejó a Honorio en contra de llegar a un acuerdo de paz con el líder godo y le convenció para poner a Varanes, Turpilio y Vigilancio al frente de la infantería, caballería y guardia del palacio, respectivamente.[13]​ Estos resultaron ser completas nulidades que no supieron organizar mínimamente una resistencia contra los invasores visigodos quienes para noviembre de 408 consiguieron poner a Roma bajo asedio.[12]​ El cerco fue levantado tras el pago de un rescate y la promesa de acordar una alianza con Honorio.[14]​ Cuando llegaron a Rávena los enviados de Roma para negociar el acuerdo, Olimpio intrigó para impedirlo a la vez que ocupaba su tiempo en perseguir a los partidarios de Estilicón.[15]

El gobierno de Honorio rechazó, finalmente, la alianza propuesta por los visigodos e intentó responder militarmente. Envío un contingente desde Dalmacia a la ciudad de Roma para dotarla de guarnición y el propio Olimpio comandó un grupo de hunos para impedir que Ataúlfo se uniera, con más tropas, a Alarico.[16]​ El fracasó en ambas acciones y la evolución desfavorable de la situación desde el ascenso de Olimpio llevó a que, en febrero de 409, varios eunucos de la corte consiguiesen convencer al emperador para destituirlo.[17]​ Este, ante el incierto panorama que se le presentaba, decidió refugiarse en Dalmacia.[17]

Caída y muerte

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Tras su destitución, el nuevo hombre fuerte de la corte fue el prefecto del pretorio para Italia: Jovio, quien retomó las negociaciones con Alarico.[18]​ La falta de acuerdo llevó a que los visigodos volviesen a cercar la ciudad de Roma en 409 e hiciesen elegir a un emperador diferente: Prisco Átalo. En el siguiente año 410, Jovio abandonó a Honorio y se pasó al bando del usurpador.[19]

Parece ser que entre finales de 409 y principios de 410, Olimpio recuperó el favor de Honorio y se le restituyó en su puesto aunque sin ejercer el control que había tenido anteriormente.[20]​ Sin embargo, Flavio Constancio (un seguidor de Estilicón que había podido esquivar las persecuciones de Olimipio) consiguió ascender en la corte y ser nombrado magister militum.[19]​ Una de sus primeras acciones fue acabar con Olimpio a quien se le cortaron las orejas y fue apaleado hasta la muerte delante del emperador.[19]

Referencias

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  1. a b c d e f g Martindale, 1980, p. 801.
  2. a b Martindale, 1980, p. 1257.
  3. Martindale, 1980, p. 1246.
  4. a b c Mratschek, 2001, p. 225.
  5. Mratschek, 2001, p. 226.
  6. Martindale, 1980, p. 1266.
  7. a b Candau Morón, 1992, p. 470.
  8. Candau Morón, 1992, pp. 474-475.
  9. Candau Morón, 1992, p. 476.
  10. a b Candau Morón, 1992, pp. 479-480.
  11. a b Candau Morón, 1992, p. 481.
  12. a b c Candau Morón, 1992, p. 482.
  13. Candau Morón, 1992, p. 484.
  14. Candau Morón, 1992, pp. 493-494.
  15. Candau Morón, 1992, p. 496.
  16. Candau Morón, 1992, pp. 497-498.
  17. a b Candau Morón, 1992, p. 499.
  18. Heather, 2005, p. 291.
  19. a b c Heather, 2005, p. 329.
  20. Martindale, 1980, p. 802.

Bibliografía

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