Del latín medieval ovalis, y este de ovum, "huevo", del protoindoeuropeo *h₂ōwyóm, posiblemente derivado de *h₂éwis, "ave". La palabra se acuñó a mediados del siglo XVI, poco antes de la adopción del equivalente óvale, a partir del italiano ovale. Compárese ovado, tomado del latín clásico ovatum