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Francisco de Quevedo

escritor español del Siglo de Oro
(Redirigido desde «Quevedo»)
Francisco de Quevedo y Villegas
«Poderoso caballero es don Dinero» [1]
«Poderoso caballero es don Dinero» [1]
Véase también
Biografía en Wikipedia.
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Obras en Wikisource.
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Esta página contiene citas de una persona fallecida hace 379 años.

Francisco de Quevedo (Madrid, 14 de septiembre de 1580​– Villanueva de los Infantes, Ciudad Real, 8 de septiembre de 1645) fue un escritor español del Siglo de Oro.

Índice:
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  • «Apocarse es virtud, poder y humildad; dejarse apocar es vileza y delito».[3]
  • «Aquel hombre que pierde la honra por el negocio, pierde el negocio y pierde la honra».[4]
  • «Bien acierta quien sospecha que siempre yerra».[5]
  • «Bien sé a cuántos contradigo, y reconozco los que se han de armar contra mí; mas no fuera yo español si no buscara peligros, despreciándolos antes para vencerlos después».[6]
  • «Bien se puede perdonar a un hombre ser necio una hora, cuando hay tontos que no lo dejan de ser una hora en toda su vida».[7]
  • «Cuando decimos que todo tiempo pasado fue mejor, condenamos el porvenir sin conocerlo».[8]
  • «Donde hay poca justicia es un peligro tener razón».[9]
  • «El amigo ha de ser como la sangre, que acude luego a la herida sin esperar que le llamen».[11][12]
  • «El amigo interesado mira a su amor propio; el verdadero, sólo al bien del amigo».[13]
  • «El amor es la última filosofía de la tierra y del cielo».[15]
  • «El árbol de la vida es la comunicación con los amigos; el fruto, el descanso y la confianza en ellos».[16]
  • «El insulto es la razón del que razón no tiene».[18]
  • «El mayor despeñadero, la confianza».[15]
  • «El ocio es la pérdida del salario».[19]
  • «El que parece sabio entre los necios, parece necio entre los sabios».[20]
  • «El que quiere de esta vida todas las cosas a su gusto, tendrá muchos disgustos».[21][22][23]
  • «El valiente tiene miedo del contrario; el cobarde, de su propio temor».[26]
  • «Entre el clavel blanco y la rosa roja, su majestad escoja».[27]
  • «Es tan noble y tan ilustre la paz, que tiene por solar el cielo».[28]
  • «Haces lo que padeces y te imitas».[29]
  • «Hay libros cortos que, para entenderlos como se merecen, se necesita una vida muy larga».[30]
  • «La guerra es de por vida en los hombres, porque es guerra la vida, y vivir y militar es una misma cosa».[31]
  • «La hipocresía exterior, siendo pecado en lo moral, es grande virtud política».[32]
  • «La longitud y la proximidad engañan a la vista». [33]
  • «La paciencia es virtud vencedora, y hace a los reyes poderosos y justos. La impaciencia es vicio del demonio, seminario de los más horribles y artífice de los tiranos».[34]
  • «La posesión de la salud es como la de la hacienda, que se goza gastándola, y si no se gasta no se goza».[35][36]
  • «La mayor señal de ser bueno es ni temer ni deber, y la mayor de la maldad es ni temer ni pagar».[37]
  • «Las mentiras del corazón comienzan desde la cara».[38][39]
  • «Lo más seguro es no ponerse en peligro».[43]
  • «Los ojos pequeños tienen niñas y lo grandes, mozas».[47]
  • «Más fácil es escribir contra la soberbia que vencerla».[49]
  • «Más fácilmente se añade lo que falta que se quita lo que sobra».[50]
  • «Mejor vida es morir que vivir muerto».[51]
  • «Menos mal hacen los delincuentes que un mal juez».[52][53][54]
  • «Muchas veces se suelen perder los hombres por el camino mismo que pensaban remediarse».[55]
  • «Muchos son buenos si se da crédito a los testigos; pocos si se toma declaración a su conciencia».[56]
  • «Muchos son limpios de manos porque se lavan, no porque no roban».[57]
  • «Nadie ofrece tanto como el que no va a cumplir».[58][59][60]
  • «Ningún vencido tiene justicia si lo ha de juzgar su vencedor».[61][62]
  • «Ninguno se fíe en una profesión sola, que ratón que no sabe más agujero presto es perdido».[63]
  • «No conviene mostrar la verdad desnuda, sino en camisa».[64]
  • «No es dichoso aquél a quien la fortuna no puede dar más, sino aquel a quien no puede quitar nada».[65]
  • «No es el filósofo el que sabe donde esta el tesoro, sino el que trabaja y lo saca».[66][67]
  • «No es menos ofensiva arma la caricia en las mujeres, que la espada en los hombres: de ésta se huye, y esotra se busca».[68][69]
  • «No hace la codicia que suceda lo que queremos, ni el temor que no suceda lo que recelamos».[70]
  • «No es sabio el que sabe donde está el tesoro, sino el que trabaja y lo saca».[72]
  • «No se debe mostrar la verdad desnuda, sino en camisa».[73]
  • «No se ganan los hombres con favores sin obras».[74]
  • «Nunca mejora su estado quien muda solamente de lugar y no de vida y de costumbres».[75]
  • «Pocas veces quien recibe lo que no merece, agradece lo que recibe».[76]
  • «Pocos oyen murmurar de otro, que no les parezca poco lo que oyen y verdad lo que creen».[77]
  • «Por nuestra codicia lo mucho es poco; por nuestra necesidad lo poco es mucho».[78][79]
  • «Que por callar a nadie se hizo proceso».[80]
  • «Quien no ama con sus cinco sentidos a una mujer hermosa, no estima a la naturaleza su mayor cuidado y su mayor obra».[81][82]
  • «Ruin arquitecto es la soberbia; los cimientos pone en lo alto y las tejas en los cimientos».[83][84]
  • «Ser tirano no es ser, es dejar de ser y hacer que dejen de ser todos».[85]
  • «Siempre se ha de conservar el temor mas jamás se deberá mostrar».[86][87]
  • «Siempre hay quien ponga malos nombres a la virtud, mas siempre son los que no merecen conocerla».[88]
  • «Si haces bien para que te lo agradezcan, mercader eres, no bienhechor; codicioso, no caritativo».[89]
  • «Solamente un dar me agrada, que es el dar en no dar nada».[90]
  • «Sólo el que manda con amor es servido con fidelidad».[89]
  • «Todos anhelamos llegar a viejos y todos negamos que hemos llegado».[91]
  • «Vive para ti solo, si pudieres; pues sólo para ti mueres, si mueres».[92][93]

Citas en verso

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  • «Ayer se fué, mañana no ha llegado,
    hoy se está yendo sin parar un punto;
    soy un fué, y un seré y un es cansado».[94]
  • «No hay contento en esta vida
    que se pueda comparar
    al contento que es cagar».[95]
  • «No he de callar, por más que con el dedo
    ya tocando la boca, ya la frente,
    silencio avises o amenaces miedo.
    ¿No ha de haber un espíritu valiente?
    ¿Siempre se ha de sentir lo que se dice?
    ¿Nunca se ha de decir lo que se siente?».[96][97]
  • «Madre, yo al oro me humillo
    él es mi amante y mi amado,
    pues de puro enamorado,
    de contino anda amarillo:
    que pues doblón, o sencillo
    hace todo cuanto quiero
    Poderoso Caballero
    es Don Dinero».[98][1][99][100]
  • «Pues amarga la verdad
    quiero echarla de la boca
    pues si a el alma su hiel toca
    esconderla es necedad.
    Sépase, pues, libertad
    ha engendrado en mi pereza
    la Pobreza».[101]
  • «Si cuentas por mujer lo que compone
    a la mujer, no acuestes a tu lado
    la mujer, sino el fardo que se pone».[102]
  • «Un nuevo corazón, un hombre nuevo
    ha menester, señor, la ánima mía.
    ¡Desnúdame de mí, que ser podría
    que a tu piedad pagase lo que debo!».[103]
  • «Vive para ti solo, si pudieres;
    pues solo para tí, si muere, mueres».[104]

Citas sobre Quevedo

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  • «Don Francisco de Quevedo (Sonriendo):
    Ha cuatro años que en San Marcos fui encerrado
    y a la postre el escaparme he conseguido,
    de un privado que de todos se ha valido
    y un valido que de nada se ha privado».[105]
    • Nota: No son auténticas palabras de Francisco de Quevedo, sino el diálogo que Enrique Jardiel Poncela dio al personaje en una comedia.
  • «Hoy hacen amistad nueva
    más por Baco que por Febo
    don Francisco de Que-Bebo
    y Félix Lope de Beba».[106]

Véase también

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Página principal: La vida del Buscón
  • «Lo que hace hombre a Quevedo, su golpe viril, es el logro de su novela El Buscón».[107]
  • «Don Francisco en ygual peso
    veras y burlas tratays,
    acertado aconsejays,
    y a Don Pablo hazeys trauiesso:
    Con la Tenaza confiesso,
    que sera Buscon de traça
    el llevarla no encabeça
    para su conseruación,
    que fuera espurio Buscon
    si anduuiera sin Tenaza».[108]
    • Luciano, amigo de Quevedo. Décima ("A don Francisco de Quevedo") en el prólogo de El Buscón.

Referencias

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  1. 1,0 1,1 «Refranero multilingüe: Ficha.»
  2. Sentencias político-filosófico-teológicas. Andrea Herrán, Modesto Santos. Anthropos Editorial, 1999; p. 137 (item 516).
  3. Palomo (2013), p. 158.
  4. Ortega (2013), p. 2862-70.
  5. Palomo (2013), p. 114.
  6. Roncero López, Victoriano; Duarte, J. Enrique. Quevedo y la crítica a finales del siglo XX, Ediciones Universidad de Navarra, 2002, p. 58.
  7. Señor (1997), p. 399.
  8. Señor (1997), p. 515.
  9. Palomo (2013), p. 175.
  10. Palomo (2013), p. 26.
  11. Palomo (2013), p. 34.
  12. Ortega (2013), p. 213.
  13. Tag de menciones y referencias en GLibros.
  14. Palomo (2013), p. 38.
  15. 15,0 15,1 Herrán, Andrea; Santos, Modesto. Sentencias político-filosófico-teológicas: (en el legado de Antonio Pérez, Francisco de Quevedo y otros): del tacitismo al neoestoicismo, p. 117. Anthropos Editorial, 1999. ISBN 84-7658-557-8.
  16. Herrán (1999), p. 124.
  17. Palomo (2013), p. 123.
  18. Palomo (2013), p. 169.
  19. Gomez de Quevedo y Villegas, Francisco. Obras: Tomo VI, p. 323. Madrid, 1791. Imprenta de Don Antonio de Sancha.
  20. Señor (1997), p. 470.
  21. Epistolario (carta CX). Edición de Fernández-Guerra y Orbe, Aureliano. Volumen 2, p. 575. M. Rivadeneyra, 1859.
  22. Señor (1997), p. 192.
  23. Palomo (2013), p. 145.
  24. Señor (1997), p. 92.
  25. Palomo (2013), p. 67.
  26. Palomo (2013), p. 282.
  27. Mítica anécdota sobre la audacia de Quevedo, que apostó con sus amigos que le diría a la reina en público y en la corte que era coja, para lo cual, le ofreció a la soberana escoger entre un clavel y una rosa. VV. AA. Curiosidades históricas de España, p. 38. Editorial Litres, 2017. ISBN 978-5-17-085099-0.
  28. Ortega (2013), p. 3112.
  29. Marido paciente, que imagina satisfacerse de su deshonra con hacer a otros casados ofensas.Quevedo (1772), Tomo IV, p. 355.
  30. Palomo (2013), p. 51.
  31. Obras escogidas (de D. Francisco de Quevedo y Villegas): obras serias: obras jocosas; obras poeticas. Carta a don Diego de Villagomez, p. 7. Editor Baudry, 1842.
  32. Obras escogidas. Baudry, 1860. p. 147.
  33. Ortega (2013), p. 1475.
  34. Quevedo (1772), Tomo II, p. 220.
  35. Señor (1997), p. 474.
  36. Quevedo (1772), Tomo II, p. 458.
  37. Señor (1997), p. 78.
  38. Señor (1997), p. 369.
  39. Ortega (2013), p. 2087.
  40. Señor (1997), p. 413.
  41. Palomo (2013), p. 226.
  42. Las cuatro pestes y las cuatro fantasmas. Quevedo (1859), p. 101.
  43. Señor (1997), p. 429.
  44. Quevedo (1772), Tomo II, p. 432.
  45. Señor (1997), p. 138.
  46. Palomo (2013), p. 233.
  47. Gómez de la Serna, Ramón (1962). Total de greguerías. Aguilar. p. 39. ISBN 9788422657279. 
  48. Palomo (2013), p. 76.
  49. Quevedo (1772), Tomo II, p. 361.
  50. Señor (1997), p. 375.
  51. Señor (1997), p. 387.
  52. Bartra (1994), p. 253.
  53. Señor (1997), p. 130.
  54. Palomo (2013), p. 174.
  55. Ortega (2013), pp. 652-60.
  56. Señor (1997), p. 78.
  57. Ortega (2013), p. 1107.
  58. Señor (1997), p. 450.
  59. Palomo (2013), p. 84.
  60. Ortega (2013), pág. ISBN 9786073116312
  61. Señor (1997), p. 238.
  62. Palomo (2013), p. 284.
  63. Señor (1997), p. 525.
  64. Señor (1997), p. 552.
  65. Señor (1997), p. 231.
  66. Ortega (2013), p. 1826.
  67. Obras escogidas. Baudry, 1842; p. 208
  68. En Política de Dios y gobierno de Cristo. Obras de don Francisco de Quevedo Villegas. Volumen 1. Edit. ‎Aureliano Fernández-Guerra y Orbe, ‎Florencio Janer, 1852. p. 102
  69. Quevedo (1852), p. 102.
  70. Quevedo (1859), p. 138.
  71. Menciones en GL.
  72. Menciones: en GL.
  73. Cardona Andújar, José. Saber docente desde la pedagogía poética. Editorial UNED. 2016. ISBN 978-8-43-627107-2.
  74. Palomo (2013), p. 128.
  75. Palomo (2013), p. 291.
  76. Señor (1997), p. 298.
  77. Quevedo, Francisco. Obras de don Francisco Quevedo Villegas, Caballero del Hábito de Santiago y Señor de la Villa de la Torre de Juan Abad. Tomo II. Por don Joachín Ybarra, Impresor de cámara de S.M. Madrid, 1772, p. 672.
  78. Señor (1997), p. 65.
  79. Palomo (2013), p. 158.
  80. Ortega (2013), p. 2036.
  81. Ortega (2013), p. 563.
  82. Quevedo (1852), p. 330.
  83. Quevedo: Las cuatro pestes y las cuatro fantasmas. p.125.
  84. Palomo (2013), p. 266.
  85. Señor (1997), p. 409.
  86. En El Rómulo. Obras de don Francisco de Quevedo Villegas; Volumen 1, página 125; edit. ‎Aureliano Fernández-Guerra y Orbe, ‎Florencio Janer; M. Rivadeneyra, 1852.
  87. Ortega (2013), p. 3955.
  88. Menciones en GL.
  89. 89,0 89,1 Palomo (2013), p. 52.
  90. Quevedo (1772), Tomo IV, p. 264. Terpsicore: Letra satírica XVII.
  91. Señor (1997), p. 179.
  92. Señor (1997), p. 575.
  93. «Cánsate ya, mortal, de fatigarte
    En adquirir riquezas y tesoros,
    Que últimamente el tiempo ha de heredarte,
    Y al fin te han de dejar la plata y el oro
    Vive para ti solo si pudieres,
    Pues solo para ti, si mueres, mueres».
  94. ¡Ah de la vida!. Citado en Conceptismo por Kassier, Theodore L. (en inglés). 424-426. Recogido en el Dictionary of the Literature of the Iberian Peninsula (A-K). Greenwood Publishing Group, 1993. ISBN 0313287317, 9780313287312
  95. Quevedo y Villegas, Francisco. Gracias y desgracias del ojo del culo (1580-1645), p. 11. Ediciones Mister Clip. ISBN 978-151-192-797-0.
  96. Epístola satírica y censoria sobre las costumbres presentes de los castellanos escrita a don Gaspar de Guzmán, conde de Olivares, en su valimiento. Gómez Pérez, Rafael. Decadencia y esperanza: claves para entender este tiempo, p. 38. Ediciones Rialp, 2007. ISBN 978-8-43-213652-8.
  97. Gómez de la Serna (1962),p. 23.
  98. Musa V; Letra satírica XIX. Quevedo (1772), Tomo IV, p. 265.
  99. Bartra (1994), p. 253.
  100. Palomo (2013), p. 98.
  101. Letrilla satírica VIII. Quevedo (1772), Tomo II, p. 256.
  102. "Desnuda a la mujer de la mayor parte ajena que la compone". Soneto comentado por Pozuelo Yvancos, José María. La invención literaria: Garcilaso, Góngora, Cervantes, Quevedo y Gracián. Volumen 339 de Estudios filológicos, Universidad de Salamanca, 2014. ISBN 978-84-90123-85-0, p. 103.
  103. Soneto «Un nuevo corazón, un hombre nuevo» en Antología poética comentada. Edición de Fernando Gómez Redondo. Editorial EDAF, 2004. ISBN 978-84-41414-73-0, p. 34.
  104. Bartra (1994), p. 253.
  105. Jardiel Poncela, Enrique. Obras completas, Volumen 3. Editorial Ahrmex, 1960, p. 60.
  106. Blanco Vila, Luis. El Camino de Santiago. Editorial Complutense, 1995. ISBN 978-84-89365-17-9, p. 53.
  107. Gómez de la Serna (1962),p. 43.
  108. Quevedo El Buscón. Madrid: Cátedra, 93.

Bibliografía

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  • Giner (José Luis Díaz y Vicente González 1967). Gran enciclopedia de frases célebres. Ediciones Giner. M.2003-1967. 
  • Gómez de la Serna, Ramón (1962 (2ª ed)]). Quevedo. Austral. Espasa Calpe. M.42-1962. 
  • Ortega, Arturo. El gran libro de las frases célebres. Penguin Random House Grupo Editorial. México, 2013. ISBN 6073116314, 9786073116312. (En Google Books.)
  • Quevedo. Francisco Gómez de Quevedo y Villegas, El parnaso español, monte en dos cumbres dividida con las nueve musas castellanas. Tomo VIII de sus Obras. Madrid, 1764. Imprenta de Don Antonio de Sancha.
  • Quevedo, Francisco; Fernández-Guerra y Orbe, Aureliano. Obras de don Francisco de Quevedo Villegas: coleccion completa, corregida, ordenada e ilustrada, Volumen 48, 2.ª Edición. Editorial M. Rivadeneyra, 1859. En Google Books.
  • Quevedo, Francisco de; Tarsia, Pablo Antonio de. Obras de don Francisco de Quevedo y Villegas. El parnaso español, monte en dos cumbres dividida con las nueve musas castellanas. Madrid, 1772. Por don Joachín Ybarra, Impresor de cámara de S.M.
  • Señor, Luis (1ª ed. 1997 / 2017). Diccionario de citas. Espasa Calpe. ISBN 8423992543.