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La cigarra no es un bicho

película argentina de 1963 dirigida por Daniel Tinayre

La Cigarra no es un bicho es una película argentina estrenada el 6 de mayo de 1963, dirigida por Daniel Tinayre sobre la base de un guion suyo escrito en colaboración con Eduardo Borrás y el humorista Juan Carlos Colombres (conocido como Landrú), sobre la novela homónima de Dante Sierra.[1]

La película cuenta las peripecias de seis distintas parejas:

  • un ansioso taxista (Sandrini) y su muy pudorosa esposa (Antinea);
  • un multimillonario industrial (Cibrián) que vive un romance clandestino con una conocida modelo (Ingro);
  • un músico jubilado (Serrano) que mantiene una relación con su ingenua y provinciana criada (Blasco);
  • un ambicioso periodista (Magaña) con su intelectual compañera de trabajo (Legrand);
  • un gracioso ventrílocuo (Ibáñez Menta) con una ninfómana maestra de escuela (Pastorino);
  • y una pareja de novios (Daniel y Bredeston) que desean perder la virginidad.

Todos llegan a un hotel alojamiento de Buenos Aires llamado La Cigarra, y terminarán viviendo la peor pesadilla de sus vidas al enterarse de que un marinero francés que ha llegado allí más temprano con una prostituta (Bence) ha traído la peste bubónica al hotel y deberán permanecer todos ellos en cuarentena, suscitándose toda clase de inconvenientes y embrollos a raíz de esta forzada convivencia.

Reparto

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Premios y nominaciones

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Notas de la producción

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La película fue filmada entre octubre y diciembre de 1962 y se estrenó el 6 de mayo de 1963 en el cine Ópera de Buenos Aires, la cual obtuvo un gran éxito de taquilla ya que contó con un nutrido elenco de importantes figuras de la Edad de Oro del cine argentino en papeles episódicos (Luis Sandrini, Amelia Bence, Mirtha Legrand, María Duval, Narciso Ibáñez Menta, Ángel Magaña) al que se sumaron ascendentes actores de los años sesenta (Elsa Daniel, Guillermo Bredeston, Teresa Blasco, Diana Ingro, etc.).

Originalmente Daniel Tinayre quería que Niní Marshall protagonizara el papel de María, la sexualmente inapetente esposa de Serafín (Luis Sandrini), y en un principio ella estuvo de acuerdo. Sin embargo por instancias de su entonces esposo, Carmelo Santiago, terminó rechazando la oferta. Posteriormente y tras el éxito de la película, Marshall lamentó públicamente esta decisión.

Esta película significó el debut del comediante Carlos Perciavalle (quien aparece en los créditos como "Héctor Perciavalle") en un breve cameo. Además, sería la penúltima cinta que realizaría Mirtha Legrand (ella se retiraría del cine en 1965 tras filmar Con gusto a rabia de Fernando Ayala), para pasar a ser la anfitriona de su propio programa Almorzando con Mirtha Legrand.

Diana Ingro siempre ha dicho que esta película es una sus favoritas como intérprete ya que, según ella, para la época era más conocida como una actriz dramática hasta que Daniel Tinayre le propuso hacer el papel de una sexy modelo, con lo que éste terminó convirtiéndose en su primer papel cómico.

Se dice que la secuencia de la requisa policial a los clientes del hotel tras el decreto de la cuarentena por la peste bubónica es una sátira de los operativos policiales que se realizaban en ese entonces a los llamados hoteles alojamiento, los cuales eran fiscalizados personalmente por el tristemente célebre comisario Luis Margaride, quien era para la época el jefe de la División de Seguridad Personal de la Policía Federal. Debido al carácter ultraconservador y su recalcitrante puritanismo (llegó incluso a solicitar en estas redadas la licencia de matrimonio a las parejas casadas que allí se encontraban, tal y como es mencionada en una escena de la película), Margaride se ganó el mote popular de “Tía Margarita”.

Aunque esta cinta de Daniel Tinayre es considerada como la más taquillera de su filmografía, él mismo declaró años después que fue «mi peor película y la más imitada» ya que, por un lado, sus películas se caracterizaban hasta ese momento por la complejidad técnica (suntuosos travellings, complicados planos-secuencias, el montaje pulido hasta la perfección) y, por el otro, debido el carácter deliberadamente comercial de la misma y su posterior éxito de taquilla, La Cigarra no es un bicho dio pie a otras versiones e imitaciones tanto dentro como fuera de Argentina.

Dejando aparte el hecho de que esta película fue la que inauguró en Argentina el género de la llamada “comedia picaresca”, también se hizo famosa por haber incluido la primera palabra soez del cine de ese país (más concretamente, “pelotudo”), la cual fue mencionada por Luis Sandrini a Narciso Ibáñez Menta al excusarse por un malentendido. El desprevenido público asistente al estreno estalló en carcajadas sorprendido por el epíteto en boca de un primer actor acostumbrado a brindarnos personajes tiernos, ingenuos y, sobre todo hasta ese momento, muy blancos. Además, y contrario a lo que se cree, la palabreja en cuestión no estaba en el guion original sino que el mismo Sandrini la agregó cuando filmaron dicha escena.

La película representó a Argentina en el III Festival Internacional de Cine de Moscú (1963) y, aunque no logró ninguna figuración en esa contienda, obtuvo mucha concurrencia por parte del público de la entonces Unión Soviética (muy posiblemente por contenido mismo del film, su constante alusión picaresca y la semidesnudez de casi todo su elenco femenino, aunado al hecho de que en ese entonces no existía en ese país comunista el concepto de hotel alojamiento como tal).

El “Hotel La Cigarra” (donde se filmó esta película), ubicado en el barrio de Palermo, además de ser considerado como uno de los más tradicionales en su tipo de la ciudad de Buenos Aires, fue uno de los primeros en colocar televisores en las habitaciones e imponer la decoración de espejos alrededor de la cama, lo que, aunado al contexto sociocultural que se vivía en la Argentina de la época, fueron factores determinantes para que el mismo Daniel Tinayre lo eligiese para filmar esta película.

Es de hacer notar que, en los Estados Unidos, si bien la película fue estrenada en 1964 en su versión original para el entonces incipiente mercado de habla hispana de ese país, tres años después las compañías Joseph Brenner Associates y Day and Day Films compraron los derechos de la misma para su exhibición masiva doblándola al idioma inglés, reeditándola a una versión de 92 minutos: la película fue estrenada en Nueva Orleans el 11 de enero de 1968, bajo el título de The Games Men Play (Los juegos que juegan los hombres). Esta versión en particular se destaca por el hecho que dura 15 minutos menos que la original pero, en cambio, le fueron insertaron algunas escenas de desnudo —filmadas con dobles de cuerpo ya que nunca se ven claramente los rostros de los actores— que obviamente no aparecen en los créditos quiénes lo hicieron ni dónde ni tampoco quién dirigió esas escenas.

El 1 de marzo de 2013, faltando un poco más de dos meses para cumplir 50 años del estreno de esta película, se reportó que en el “Hotel La Cigarra” se presentó un conato de incendio producto de una colilla de cigarrillo mal apagada en el segundo piso de dicho establecimiento. Afortunadamente sólo se registraron dos empleados con quemaduras leves y ocho clientes con síntomas de asfixia.

Versiones posteriores

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Tras el éxito comercial de La Cigarra no es un bicho, la repetición de la fórmula de comedia de enredos que muchas veces transcurría dentro de un albergue transitorio (o en un espacio que funcionaba como tal) fue tan reiterada que terminó generando en Argentina una verdadera suerte de subgénero, ya que dio pie a diversas películas similares como lo son:

Por otra parte, otros países también versionaron, en mayor o menor grado, esta película como fueron las mexicanas:

Y la española Sábado, chica, motel, ¡qué lío aquel! (1976), dirigida por José Luis Merino.

Referencias

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Referencias bibliográficas

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  • Rosado, Miguel Ángel (1993). Los directores del cine argentino. Tomo XIII: Daniel Tinayre. Buenos Aires: Centro Editor de América Latina e Instituto Nacional de Cinematografía. pp. 38, 57 y 61. ISBN 950-25-3163-9. 
  • López, Daniel (2008). Las grandes películas del cine argentino: 50 títulos significativos. Buenos Aires: Editorial Losada. p. 158. ISBN 978-9-50039-653-0. 
  • Martín, Jorge Abel (1987). Cine argentino ‘84. Buenos Aires: Editorial Legasa. p. 85. ISBN 950-600-056-5. 

Enlaces externos

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