Haitón I de Armenia
Haitón I (muerto en 1270; en armenio: Հեթում Ա, también transcrito Hethoum, Hetoum, Het'um o Hethum) gobernó el reino armenio de Cilicia (también conocido como «Pequeña Armenia») desde 1226 hasta 1270. Era hijo de Constantino, señor de Baberon, regente del reino, y de la princesa Alix Pahlavouni de Lampron (prima tercera de León I) y fue el fundador de la dinastía que lleva su nombre: la hetumiana. Debido a las relaciones diplomáticas con el Imperio mongol, el propio Haitón viajó a la corte mongola de Karakórum, Mongolia, hecho que fue registrado en el famoso relato El viaje de Haitón, rey de la Pequeña Armenia, a Mongolia y su regreso por el compañero de Haitón, el historiador armenio Kirakos de Gandzak.
Haitón I de Armenia | ||
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Detalle de Hethum en una reunión, con los mongoles (1254) ("Histoire des Tartars", Hayton de Coricos, 1307) | ||
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Rey de Armenia | ||
1226-1270 | ||
Predecesor | Isabel de Armenia | |
Sucesor | León II de Armenia | |
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Información personal | ||
Nacimiento | 1213 | |
Fallecimiento | 28 de octubre de 1270jul. o 1271 | |
Familia | ||
Familia | Dinastía hetumiana | |
Padres |
Constantino de Barbaron Alicia de Lampron | |
Cónyuge | Isabel de Armenia | |
Hijos | ||
Información profesional | ||
Ocupación | Soberano | |
Situación del reino
editarA la muerte de León I de Armenia, acaecida en 1219,[1] los nobles respetaron los deseos de este e hicieron reina a su joven hija, Isabel.[2] El regente, Adán de Baghras, tuvo que enfrentarse a Raimundo Rubén de Antioquía, que se había apoderado de Tarso y Adana junto con su madre, la armenia Alicia y reclamaba el trono con ayuda de los hospitalarios.[2][1] Estos hicieron asesinar a Adán, al que sucedió en el cargo de regente el padre de Haitón, Constantino, señor de Barbaron.[2][1] La familia que encabezaba este, los hetumianos, habían sido los principales representantes en el reino de la corriente filobizantina, y entonces se presentaron como los defensores del reino frente a la influencia latina.[2] A comienzos de 1221, Constantino logró apoderarse de Tarso y capturar a Raimundo Rubén y a su madre, lo que eliminó la amenaza al trono de Isabel.[2] Raimundo Rubén murió cautivo en 1222.[1]
Para neutralizar el peligro que suponía el sultán selyúcida Kaikubad I, que dominaba los montes Tauro occidentales y había establecido su capital invernal en Alanya, los armenios ofrecieron la mano de Isabel al cuarto hijo de Bohemundo IV de Antioquía, Felipe.[3][1] La esperanza de que este, sin expectativas de heredar el trono paterno en Antioquía, se adaptase a las costumbres armenias, se vieron frustradas, y los hetumidas acabaron por exasperarse por los continuos viajes de Felipe a la capital de su progenitor.[3] El desprecio de Felipe por los ritos armenios y su inclinación por los nobles latinos frente a los armenios sellaron su fin.[1] A finales de 1224, los nobles armenios lo secuestraron, lo encerraron en Sis y algunos meses más tarde lo envenenaron.[3][1] Isabel huyó a Seleucia, donde esperaba encontrar el amparo de los hospitalarios, pero estos la entregaron a los hetumidas, con la ciudad.[3][1] Cuando Bohemundo solicitó la ayuda de Kaikubad —que invadió el norte del reino—, Constantino hizo creer al príncipe antioqueño que Felipe aún estaba vivo y que se lo devolvería si acudía a Cilicia; mientras, pactó que el regente de Alepo atacase Antioquía cuando Bohemundo se hallase ausente.[3][1] Esta treta obligó a Bohemundo a volver a su capital para defenderla y le impidió emprender acciones contra los armenios.[1] Los hetumidas obligaron a Isabel a casarse con Haitón, aunque durante años se negó a convivir con él.[4][5] El forzado matrimonio puso fin, en todo caso, a la larga rivalidad entre las familias nobles de ambos esposos, rupénidas y hetumidas.[6]
Rey
editarIsabel y Haitón fueron coronados en 1226, cuando ya la reina había accedido a vivir con su marido impuesto.[4] Bohemundo V de Antioquía trató de que el papa anulase el matrimonio para despojar a Haitón de su derecho al trono, pero sin éxito.[7] Haitón, enfrascado en la defensa del reino de los ataques del sultán selyúcida Kaikosru II, no pudo por su parte atacar a Bohemundo, mientras que este tampoco pudo hacerlo, por prohibición expresa del papa.[7] Así, la continua tensión entre Cilicia y Antioquía no se plasmó en choques armados, sino simplemente en una hostilidad constante entre ambos Estados.[6] Durante los primeros años del reinado, de paz relativa, los enfrentamientos principales se produjeron con los selyúcidas, que en 1233 invadieron el reino y le impusieron un tributo.[6]
Haitón estableció una red de alianzas con notables latinos de la región, mediante el matrimonio de sus hermanas e hijas con estos: su hermana Estefanía desposó a Enrique I de Chipre; su otra hermana, María, a Juan de Jaffa; su hija Sibila, a Bohemundo VI de Antioquía; Eufemia, a Julián de Grenier, conde de Sidón; y María, con Guido de Ibelín, hijo Balduino, el senescal chipriota.[6]
En 1243, cuando su enemigo Kaikosru se sometió a los mongoles después de su derrota en la batalla de Köse Dağ, Haitón hizo lo propio.[8][9] Con la retirada temporal de los mongoles, Kaikosru recuperó el territorio perdido y reanudó el acoso a los armenios, que en 1247 enviaron al hermano del rey como embajador a la corte del gran kan.[10][6] En 1245-1246, los selyúcidas habían invadido Cilicia como represalia por la entrega de la familia del sultán a los mongoles; ayudados por un rebelde armenio, apenas lograron apoderarse de algunos puertos que luego tuvieron que devolver a Haitón, por imposición mongola.[6] El hermano del rey regresó en 1250 con un documento que reflejaba el compromiso mongol de defender el reino y de colaborar para recuperar los territorios perdidos a manos de los selyúcidas.[6] Haitón se mostró dispuesto a someterse a los mongoles para obtener su ayuda en la defensa del reino.[10][6] No obstante, la muerte de Guyuk Kan retrasó el envío de la ayuda prometida.[11]
En 1254 se produjo finalmente la reconciliación entre Cilicia y el vecino principado de Antioquía, con la boda entre Bohemundo VI de Antioquía y Sibila de Armenia, hija de Haitón.[12] Con el enlace, el joven Bohemundo se volvió medio vasallo de su suegro quien, por su parte, se comprometió a participar en la defensa del principado.[12] Ese mismo año, Haitón viajó a la corte mongola y fue recibido por el nuevo gran kan, Möngke, el 13 de septiembre.[13][6] El kan le prometió protección para él y para su reino, se comprometió a eximir a las iglesias y monasterios armenios situadas en sus dominios de todo tributo y anunció la próxima conquista de Bagdad.[13][14] Tras visitar al hermano del gran kan, Hulagu, que se hallaba en Persia preparando la campaña contra el Califato abasí, Haitón regresó a Cilicia en julio de 1255.[15] De camino, pasó cierto tiempo en los territorios armenios del norte, donde recibió la visita de los notables de la región: era la primera vez que un monarca de Cilicia visitaba los territorios de la Gran Armenia.[14] Aunque abogó por que los Estados cruzados se coligasen con los mongoles, solo accedió a ello su yerno, en el que influía.[15][14] Haitón se mantuvo en todo momento fiel a la alianza suscrita con los mongoles; acudió en varias ocasiones a la corte mongola en Tabriz y aportó tropas a las campañas militares.[14]
Hasta principios de la década de 1260, sus campañas contra los enemigos del reino resultaron victoriosas, en parte gracias a la ayuda mongola: recuperó los territorios que le habían arrebatado los selyúcidas, derrotó a Kilij Arslan IV en 1259, desbarató las bandas turcomanas de Karaman y las expulsó de la región de Seleucia, que asolaban.[14]
En 1259, acudió junto con su yerno antioqueño a rendir homenaje a Hulagu cuando este penetró en Siria.[16][17] Gracias a la protección mongola, Haitón había recuperado el territorio que le habían arrebatado los selyúcidas y recibido parte del botín obtenido del saqueo de Alepo.[16] El 1 de marzo de 1260, nuevamente junto a su yerno, acompañó al general mongol Kitbuqa en su entrada en Damasco, que se había rendido a los mongoles.[18][9][19][20] Otro de los yernos de Haitón era Julián de Grenier, que se enfrentó imprudentemente a los mongoles en 1260, por lo que sufrió el saqueó de Sidón.[18] Durante la campaña, importantes fuerzas armenias colaboraron con los mongoles.[9] La derrota mongola en la batalla de Ain Yalut marcó el final de la buena fortuna para los armenios, amenazados a partir de entonces por el vencedor, el sultán Baibars.[21]
En 1263, en colaboración con su yerno Bohemundo, secuestró al patriarca griego de Antioquía y lo llevó a Armenia, acto que disgustó temporalmente a Hulagu, quien deseaba mantener buenas relaciones con la corte bizantina.[22]
En julio de 1264, participó en el último kuriltai de Hulagu, que falleció algunos meses más tarde, el 8 de febrero de 1265.[23] Cuando Haitón recibió la noticia de la muerte de Hulagu, trató de pactar con el sultán egipcio Baibars, que dependía de las exportaciones de hierro y madera de Cilicia y Antioquía para mantener su flota, pero en vano.[24][14] Convencido de que Baibars atacaría pronto su reino, Haitón partió en la primavera de 1266 a Tabriz a solicitar la protección mongola.[24][21] Sin embargo, mientras se encontraba allí, los mamelucos egipcios emprendieron una devastadora campaña en la que derrotaron a los armenios y a sus aliados templarios de Baghras el 24 de agosto, mataron a uno de los hijos de Haitón —Thoros— y capturaron al otro —León— y saquearon Ayas, Adana, Tarso, Mamistra y la capital armenia, Sis, cuya catedral quemaron antes de llevarse miles de cautivos.[24][25][21] Durante veinte días, los invasores talaron el reino a placer, sin encontrar ya resistencia alguna.[21] Para cuando Haitón regresó apresuradamente con un contingente mongol, el reino se hallaba en ruinas y sumido en la decadencia, de la que nunca se recuperó completamente.[24][25][21]
Abdicación y muerte
editarEn 1268 obtuvo de ilkan Abaqa la cesión de un importante cautivo mameluco, que le permitió alcanzar un acuerdo con el sultán mameluco Baibars para recuperar a su hijo y heredero León II de Armenia, si bien tuvo que ceder además al sultán diversas fortalezas (las de los montes Amanus, además de Darbsaq, Behesni y Raban).[26][21] En cuanto León regresó de una peregrinación a Jerusalén que realizó a principios de 1269, Haitón abdicó en él y se retiró a un monasterio, en el que murió en 1270.[26][21] Para entonces, con el reino arruinado, Antioquía conquistada por Baibars y los templarios que habían abandonado las fortalezas fronterizas —entre ellas, Baghras—, Cilicia dependía completamente del auxilio mongol para defenderse de los Estados musulmanes que la rodeaban.[21]
Referencias
editar- ↑ a b c d e f g h i j Wolff, 1969, p. 651.
- ↑ a b c d e Runciman, 1994, p. 144.
- ↑ a b c d e Runciman, 1994, p. 145.
- ↑ a b Runciman, 1994, p. 146.
- ↑ Wolff, 1969, pp. 651-652.
- ↑ a b c d e f g h i Wolff, 1969, p. 652.
- ↑ a b Runciman, 1994, p. 193.
- ↑ Runciman, 1994, p. 212.
- ↑ a b c Irwin, 1986, p. 31.
- ↑ a b Runciman, 1994, p. 246.
- ↑ Runciman, 1994, p. 247.
- ↑ a b Runciman, 1994, p. 233.
- ↑ a b Runciman, 1994, p. 248.
- ↑ a b c d e f Wolff, 1969, p. 653.
- ↑ a b Runciman, 1994, p. 249.
- ↑ a b Runciman, 1994, p. 256.
- ↑ Maalouf, 1991, p. 267.
- ↑ a b Runciman, 1994, p. 257.
- ↑ Maalouf, 1991, p. 268.
- ↑ Glubb, 1973, p. 59.
- ↑ a b c d e f g h Wolff, 1969, p. 654.
- ↑ Runciman, 1994, p. 267.
- ↑ Runciman, 1994, p. 266.
- ↑ a b c d Runciman, 1994, p. 269.
- ↑ a b Maalouf, 1991, p. 273.
- ↑ a b Runciman, 1994, p. 277.
Bibliografía
editar- Amitai-Preiss, Reuven (1995), Mongols and Mamluks: The Mamluk-Ilkhanid War, 1260–1281, Cambridge University Press, Cambridge, ISBN 978-0-521-46226-6.
- Boase, T. S. R. (1978), The Cilician Kingdom of Armenia, Edimburgo: Scottish Academic Press, ISBN 0-7073-0145-9.
- Bournoutian, George A. (2002). A Concise History of the Armenian People: From Ancient Times to the Present. Mazda Publishers. ISBN 1-56859-141-1.
- Glubb, John Bagot (1973). Soldiers of fortune; the story of the Mamlukes (en inglés). Stein and Day. pp. 480. ISBN 9780812816112.
- Irwin, Robert (1986). The Middle East in the Middle Ages : the early Mamluk sultanate, 1250-1382 (en inglés). Southern Illinois University Press. pp. 180. ISBN 9780809312863. (requiere registro).
- Maalouf, Amin (1991). Las cruzadas vistas por los árabes. Alianza. p. 306. ISBN 9788420696027.
- Runciman, Steven (1994). A history of the Crusades, volume III : the kingdom of Acre and the later Crusades (en inglés). Folio Society. p. 448. OCLC 933889320.
- Wolff, R. L. (1969). The later Crusades, 1189-1311 (en inglés). University of Wisconsin Press. OCLC 910015005.