Estudio fotográfico
Un estudio fotográfico es un espacio de trabajo así como también una corporación. Como espacio de trabajo, es similar a un estudio artístico, pero en un estudio fotográfico también se da lugar a la toma, desarrollo, impresión y duplicación de fotografías. El entrenamiento fotográfico y la exhibición de fotografías terminadas también pueden llevarse a cabo dentro del estudio. Suele estar compuesto por una habitación oscura, un espacio para el almacenamiento, un estudio propiamente dicho ― donde las fotografías son tomadas ―, una sala de exhibición y un espacio para actividades relacionadas.
Como entidad corporativa, es un negocio perteneciente y representado por uno o varios fotógrafos, posiblemente acompañados por asistentes y alumnos, quienes crean y venden fotografías propias y a veces de otros fotógrafos.
Se considera que el primer estudio se abrió en Nueva York en marzo de 1840 y un año después se abrieron otros en Londres y París, en 1841 se abrieron otros en Berlín.[1]
Desde comienzos del siglo XX, las funciones corporativas de un estudio han sido llamadas con creciente frecuencia “agencia fotográfica”, dejando el término de “estudio fotográfico” para referirse casi exclusivamente al espacio de trabajo.