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Cáncer uterino

tipo de cáncer que se desarrolla en el útero

El término cáncer uterino hace referencia a diferentes tipos de cáncer que se desarrollan en el útero.

Cáncer de útero

Imagen histológica de tejido de cáncer cervical.
Especialidad oncología
Síntomas

Cáncer de endometrio: sangrado vaginal, dolor pélvico

Sarcoma uterino: sangrado vaginal, masa en la vagina
Tipos cáncer de endometrio; sarcoma uterino
Sinónimos
Cáncer de útero
Fibras uterinas
Fibras uterinas

Clasificación

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Según su localización y estructura anatomopatológica los cánceres de útero se clasifican en:

  • Sarcoma uterino: sarcomas del miometrio, o capa muscular del útero, que suelen ser llamados leiomiosarcomas. Es un tipo raro de cáncer uterino que se forma en tejidos musculares o de otro tipo del útero. Por lo general ocurre luego de la menopausia. Los dos tipos principales son el leiomiosarcoma (cáncer que comienza en las células musculares lisas) y el sarcoma endometrial estromal (cáncer que comienza en las células del tejido conectivo)[1][2]
  • Cáncer de endometrio, es un tipo de cáncer que se forma en el tejido que recubre el útero. La mayoría de los cánceres del endometrio son adenocarcinomas (cánceres que comienzan en células que producen y liberan moco y otros fluidos):
  • Los carcinomas endometriales se originan a partir de células en las glándulas del endometrio (recubrimiento uterino). Estos incluyen las variedades comunes y tratables de adenocarcinoma endometroide bien diferenciado como también los tipos más agresivos de carcinoma seroso de papilas uterinas y el carcinoma uterino de células.
  • Los tumores müllerianos mixtos malignos son un tipo raro de tumor endometrial que presenta diferenciación tanto glandular (carcinomatoso) como a nivel estroma (sarcomatoso) — se desconoce cuál es la verdadera célula de origen.

Sarcoma uterino

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Tasas estandarizadas por edad de la mortalidad por cáncer de útero por país (por cada 100.000 habitantes).

El sarcoma uterino es un tipo muy raro de cáncer que se desarrolla en los músculos del útero o en los tejidos que soportan el útero. El sarcoma uterino es diferente del cáncer del endometrio, una enfermedad en la cual las células cancerosas comienzan a crecer sobre el recubrimiento del útero.

Los sarcomas uterinos representan menos del 1% de las formaciones malignas ginecológicas y del 2% al 5% de todas las formaciones malignas uterinas.[3]​ Los siguientes tumores se desarrollan básicamente en tres tejidos distintos:

  • Carcinosarcomas que se desarrollan en el endometrio, en otros órganos de origen mulleriano, y que representan del 40% al 50% de todos los sarcomas uterinos.
  • Leiomiosarcomas que se desarrollan en el músculo miometrial, con una máxima incidencia en mujeres de unos 50 años de edad, y representan el 30% de todos los sarcomas uterinos.
  • Sarcomas que se desarrollan en el estroma endometrial, con una máxima incidencia en mujeres antes de la menopausia para los tumores de grado bajo y luego de la menopausia para los tumores de grado alto, y representan el 15% de todos los sarcomas uterinos.

Cáncer de endometrio

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El cáncer de endometrio hace referencia a varios tipo de crecimientos malignos que se desarrollan en el endometrio, o recubrimiento del útero. Los cánceres del endometrio son el grupo de cánceres ginecológicos muy comunes en Estados Unidos, con casi 50 000 mujeres diagnosticadas cada año con este tipo de cáncer.[4]​ El subtipo más común, endometrioid adenocarcinoma, por lo general se manifiesta unas décadas después de la menopausia, y el riesgo de su ocurrencia se encuentra asociado con la obesidad, exposición excesiva a estrógenos internos o externos, uso de tamoxifen, y ciertas condiciones hereditarias. A menudo se desarrolla en un contexto de hiperplasia endometrial, y muy a menudo va acompañado de sangrado vaginal.

La actividad física, la ingesta de anticonceptivos en forma oral, y haber estado embarazada y/o haber dado el pecho son todos factores que contribuyen a disminuir su riesgo. El carcinoma endometrial es la tercera causa más común de muerte por cáncer ginecológico (luego del cáncer de ovario y cáncer cervical). El método terapéutico más común es una histerectomía total abdominal (extracción quirúrgica del útero) con salpingo-ooforectomía bilateral.

Cáncer cervical o de cuello uterino

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El cáncer cervical o de cérvix uterino es el segundo tipo de cáncer más común en mujeres. Es el más frecuente en países en vías de desarrollo diagnosticándose más de 400 000 casos nuevos cada año. La edad media de aparición es a los 45 años. El cáncer de cuello uterino es la segunda causa de muerte por cáncer en las mujeres, y su efecto es mayor en las poblaciones que carecen de programas de cribado para la detección de lesiones precursoras.[5]

La infección persistente con genotipos de "alto riesgo" del virus del papiloma humano (VPH) es necesaria, aunque no suficiente, para causar cáncer cervical. Por lo tanto, la vacunación contra el VPH sirve para prevenir la infección de las cepas administradas para este virus.

El cáncer cervical es prevenible y curable si es detectado en forma temprana. Entre las estrategias utilizadas para reducir el riesgo del cáncer cervical se incluye la prueba de Papanicolaou (Pap) y en algunas mujeres los análisis del virus del papiloma humano, como también la prevención de la infección por VPH mediante la vacuna del VPH. Los investigadores han identificado que ciertos tipos de VPH que son transmitidos mediante contacto sexual son un factor de riesgo de los cánceres cervicales. Los tratamientos disponibles para el cáncer cervical incluyen cirugía, terapia por radiación y quimioterapia.[6]

Véase también

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Referencias

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  1. Solís C. José: «Sarcomas uterinos: manejo actual». Revista Chilena de Obstetricia y Ginecología (online). 2005, vol. 70, n.º 5, pág. 332-339. Consultada el 8 de febrero de 2008. ISSN 0717-7526.
  2. Uterine Sarcoma. National Cancer Institute de Estados Unidos.
  3. 1.Forney JP, Buschbaum HJ: Classifying, staging, and treating uterine sarcomas. Contemp Ob Gyn 18(3):47, 50, 55-56, 61-62, 64, 69, 1981.
  4. Cote, Michele L.; Ruterbusch, Julie J.; Olson, Sara H.; Lu, Karen; Ali-Fehmi, Rouba (1 de septiembre de 2015). «The Growing Burden of Endometrial Cancer: A Major Racial Disparity Affecting Black Women». Cancer Epidemiology, Biomarkers & Prevention 24 (9): 1407-1415. ISSN 1055-9965. doi:10.1158/1055-9965.EPI-15-0316. Consultado el 26 de abril de 2022. 
  5. Organización Mundial de la Salud (2005). «The Impact of Cancer». 
  6. «Cervical Cancer. National Cancer Institute de Estados Unidos.». Archivado desde el original el 27 de abril de 2013. Consultado el 28 de abril de 2013. 

Bibliografía

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  • The 1988 Bethesda System for reporting cervical/vaginal cytological diagnoses. National Cancer Institute Workshop. JAMA 262 (7): 931-4, 1989.
  • Delgado G, Bundy B, Zaino R, et al.: Prospective surgical-pathological study of disease-free interval in patients with stage IB squamous cell carcinoma of the cervix: a Gynecologic Oncology Group study. Gynecol Oncol 38 (3): 352-7, 1990.
  • Zaino RJ, Ward S, Delgado G, et al.: Histopathologic predictors of the behavior of surgically treated stage IB squamous cell carcinoma of the cervix. A Gynecologic Oncology Group study. Cancer 69 (7): 1750-8, 1992.
  • Burghardt E, Baltzer J, Tulusan AH, et al.: Results of surgical treatment of 1028 cervical cancers studied with volumetry. Cancer 70 (3): 648-55, 1992.
  • Stehman FB, Bundy BN, DiSaia PJ, et al.: Carcinoma of the cervix treated with radiation therapy. I. A multi-variate analysis of prognostic variables in the Gynecologic Oncology Group. Cancer 67 (11): 2776-85, 1991.
  • Monk BJ, Tian C, Rose PG, et al.: Which clinical/pathologic factors matter in the era of chemoradiation as treatment for locally advanced cervical carcinoma? Analysis of two Gynecologic Oncology Group (GOG) trials. Gynecol Oncol 105 (2): 427-33, 2007.
  • Steren A, Nguyen HN, Averette HE, et al.: Radical hysterectomy for stage IB adenocarcinoma of the cervix: the University of Miami experience. Gynecol Oncol 48 (3): 355-9, 1993.
  • Gallup DG, Harper RH, Stock RJ: Poor prognosis in patients with adenosquamous cell carcinoma of the cervix. Obstet Gynecol 65 (3): 416-22, 1985.
  • Yazigi R, Sandstad J, Munoz AK, et al.: Adenosquamous carcinoma of the cervix: prognosis in stage IB. Obstet Gynecol 75 (6): 1012-5, 1990.
  • Burger RA, Monk BJ, Kurosaki T, et al.: Human papillomavirus type 18: association with poor prognosis in early stage cervical cancer. J Natl Cancer Inst 88 (19): 1361-8, 1996.
  • Lai CH, Chang CJ, Huang HJ, et al.: Role of human papillomavirus genotype in prognosis of early-stage cervical cancer undergoing primary surgery. J Clin Oncol 25 (24): 3628-34, 2007.