Bolardo
Un bolardo[1] es un poste de baja altura, fabricado en piedra, aluminio fundido, acero inoxidable o hierro, dependiendo de su finalidad. Por lo general se ancla al suelo para impedir el paso de vehículos a áreas peatonales. Es parte del mobiliario urbano y se usa principalmente en hileras para evitar que vehículos ocupen el espacio peatonal (aceras). Aunque la tendencia general es la de pensar que un bolardo es lo mismo que un pivote, expertos en mobiliario urbano han aclarado en repetidas ocasiones que la diferencia entre uno y otro es el grosor, siendo el primero más grueso y bajo y el segundo más delgado y largo. Algunos comercios los instalan ante sus escaparates debido al peligro de robo por alunizaje. El bolardo no es recomendable como control de acceso a colonias por el peligro de colisión.
En los últimos años el bolardo ha sido utilizado efectivamente evitando ataques vehiculares contra peatones.
Tipos de bolardo
editarLos modelos más antiguos de bolardo[2] se fabricaban en hierro fundido, pero la corrosión los atacaba con facilidad. El aluminio fundido se usa más actualmente por su mayor durabilidad y su resistencia a la corrosión. Así mismo, los bolardos más antiguos se atornillaban al suelo, sustituyéndose actualmente este anclaje por un empotramiento en hormigón. Algunos bolardos pueden ser desmontados manualmente.
En la actualidad, existen bolardos mecánicos que se retraen automáticamente dentro del suelo. Existen también bolardos con funciones inteligentes de control de tráfico e iluminación, como los de la Puerta del Sol en Vigo, España.[3]
- Tipos de bolardos metálicos
Fijos: fijación mediante empotramiento directo al suelo.
Extraíbles: son bolardos fijos, preparados para convertirse en extraíbles añadiendo una base galvanizada diseñada para tal efecto.
Retráctiles: pueden ocultarse en el suelo y permitir así el acceso a la vía.
Antialunizaje: especialmente diseñados para la protección de locales.
Función
editarLa función principal del bolardo es evitar que los vehículos accedan o aparquen en zonas donde lo tienen prohibido. Se suelen instalar para proteger zonas frecuentadas por peatones o ciclistas.
Crítica
editarVentajas
editar- Es un método de bajo costo inicial, bajo mantenimiento y alta efectividad, fácilmente instalado en casi cualquier superficie de la ciudad.
- Protegen efectivamente el espacio público, las zonas peatonales y de ciclismo de invasión y abuso por parte de vehículos automotores.
- Favorece el tránsito a los peatones en general y en mayor medida a la gente anciana, ya que por lo regular están colocados a nivel de calle.
- Ha sido ampliamente utilizado en grandes ciudades de todo el mundo, lo cual da peso a los argumentos que validan su idoneidad.
Desventajas
editar- Actuar como elemento extremadamente rígido, dado que cuando un motorista o ciclista choca contra el mismo, cae al suelo. Aumentar la gravedad de una caída o causar la muerte.[4]
- Es posible conseguir resultados por medio de multas o llamando a grúas. Sin embargo, esto conlleva demoras mientras las acciones surten efecto, no evitan la invasión inmediata del espacio y generan altos costos al desviar recursos de Policía y otros organismos en controlar invasiones al espacio público.
- Generar gastos de mantenimiento cuando se tienen que reponer además de su coste inicial.
- Al igual que el guardarraíl se cuestiona la seguridad de estos elementos de mobiliario urbano.
- Provocar caídas.
Véase también
editarReferencias
editar- ↑ Real Academia Española. «lardo». Diccionario de la lengua española (23.ª edición).
- ↑ Torices, Cementos. «Bolardos de concreto: ¿Qué son y cuál es su función?». Cementos Torices. Consultado el 27 de marzo de 2023.
- ↑ Artemy Lebedev (14 de enero de 2014). «Pasacalles en Vigo. Video.».
- ↑ Muerte de un motorista con casco por golpear un bolardo
Enlaces externos
editar- Wikimedia Commons alberga una categoría multimedia sobre Bolardo.
- Tipos de bolardos
- Bolardos flexibles
- Bolardos Metálicos