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La de Bringas

De Wikiquote, la colección libre de citas y frases célebres.
La de Bringas
Autor Benito Pérez Galdós
Publicación 1884 (hace 140 años)
Enlaces externos
Artículo en Wikipedia.
Obra en Wikisource.
Datos en Wikidata.

La de Bringas (1884) es una novela de Benito Pérez Galdós.

  • «A punto estuvo Thiers de incomodarse, pues la benevolencia de su amigo como que parecía preludio de una defección. Siguió Bringas desfogando su ira contra los progresistas, la Milicia Nacional, Espartero, sin olvidar el chas-cás; contra el titulado Himno de Riego, contra los llamados demócratas y todo bicho viviente, hasta que Pez, hastiado, llevó la conversación al asunto de su viaje. Él no tenía impaciencia ni creía que fuese absolutamente necesario para su salud abandonar los Madriles; pero sus niñas le acosaban tanto para que las llevase pronto a San Sebastián, que ya no podía dilatar más la expedición».[1]
    • Fuente: Capítulo XXXVII
  • «Ahora... -dijo algo balbuciente-. Porque verá usted, Carolina... tengo una idea... la estoy viendo. Es un cenotafio en campo funeral, con sauces, muchas flores... Es de noche».[2]
    • Fuente: Capítulo I[3]
  • «Era ya tarde, y la última luz solar se retiraba lúgubremente de la habitación».[2]
    • Fuente: Capítulo XX[4]
  • «Es genuinamente español esto de ver en el Estado el ladrón legal, el ladrón permanente, el ladrón histórico... Entre otros adagios de inmoral filosofía, hay aquel de tiene cien años de perdón, etcétera... Es mi tema; esto es un país perdido... Y vaya usted a echársela de moralista. El año pasado, una marquesa bastante acomodada, a quien no quise facilitar el paso de un cargamento de vestidos, por poco me saca los ojos. Se puso hecha una leona y clamaba por la revolución y los demagogos. Una duquesa, demasiado lista, se dio el gusto de pasar, en mis barbas y en las barbas del primo de Irún... ¡pásmese usted!... ¡cincuenta y cuatro baúles llenos de novedades!».[1]
    • Fuente: Capítulo XXXVII
  • «La luz crepuscular, con la cual nuestro querido Thiers había tenido el gusto inmenso de probar el restablecimiento de sus funciones ópticas, se desvanecía lentamente. Por fin, la habitación se alumbraba sólo con el resplandor que el sol había dejado en el cielo detrás de la Casa de Campo, y aquél era tan fuerte como el llamear de un incendio. Rosalía quiso encender la luz; pero Bringas saltó vivamente con la observación de que la luz no hacía falta para nada...».[2]
    • Fuente: Capítulo XXVII[5]
  • «Pero lo más bonito era quizás el sauce, ese arbolito sentimental que de antiguo nombran llorón, y que desde la llegada de la Retórica al mundo viene teniendo una participación más o menos criminal en toda elegía que se comete. Su ondulado tronco elevábase junto al cenotafio, y de las altas esparcidas ramas caía la lluvia, de hojitas tenues, desmayadas, agonizantes. Daban ganas de hacerle oler algún fuerte alcaloide para que se despabilase y volviera en sí de su poético síncope. El tal sauce era irremplazable en una época en que aún no se hacía leña de los árboles del romanticismo».[7]
    • Fuente: Capítulo I[8]
  • «-¿Pues no dice que llevo bata de seda?... Sí, para batas de seda estamos... Ahí tienes lo que te vale asomarte a la ventanita. Todo lo ves cambiado, todo lo ves equivocado; el tartán se te antoja seda, este color pardo, sucio, te parece grosella...
    -Pues yo juraría...
    -No jures, hijito, que es pecado... ¡Batas de seda...! Qué más quisiera yo».[2]
    • Fuente: Capítulo XXIII[9]

Véase también

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Referencias

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  1. 1,0 1,1 Pérez Galdós (1884), pp. 229-230. Consultado el 23 de junio de 2021.
  2. 2,0 2,1 2,2 2,3 Wright, Chad C. (en inglés). «Imagery of light and darkness in La de Bringas». Anales galdosianos. Año XIII, 1978.CVC. Consultado el 23 de junio de 2021
  3. Pérez Galdós (1884), p. 12. Consultado el 23 de junio de 2021.
  4. Pérez Galdós (1884), p. 125. Consultado el 23 de junio de 2021.
  5. Pérez Galdós (1884), p. 180. Consultado el 23 de junio de 2021.
  6. Pérez Galdós (1884), p. 200. Consultado el 23 de junio de 2021.
  7. Urey, Diane F. Galdós and the Irony of Language, p. 49. Cambridge University Press, 2005. ISBN 0521673321, 9780521673327. Consultado el 23 de junio de 2021.
  8. Pérez Galdós (1884), pp. 6-7. Consultado el 23 de junio de 2021.
  9. Pérez Galdós (1884), p. 141. Consultado el 23 de junio de 2021.

Bibliografía

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