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Glicitol

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Una de las aplicaciones de los polialcoholes es en la elaboración de edulcorantes de gomas de mascar.

Los polialcoholes (denominados también como azúcares alcohólicos) se caracterizan por ser una familia de compuestos químicos orgánicos con sabor dulce. Estos compuestos químicamente se consideran carbohidratos hidrogenados cuyo grupo carbonilo (aldehído, cetona, azúcar reductor) ha sido reducido a un grupo hidroxilo primario o secundario (es decir a un alcohol). Los azúcares alcohólicos poseen la fórmula general H(HCHO)n+1H, mientras que los azúcares tienen H(HCHO)nHCO. Se emplean en numerosas aplicaciones alimentarias como edulcorantes en substitución del azúcar (sucrosa). Los polialcoholes poseen contenidos calóricos muy bajos y su poca fermentabiliad hace que no contribuyan a los ataques de caries, es por esta razón por la que se encuentran en chicles, pastas dentifricas, etc.[1]

Polialcoholes más comunes

Aditivos alimentarios

Nombre Dulzura Contenido calórico
(kcal/g)
Dulzura por
contenido calórico
Arabitol 0.7 0.2 3.5
Eritritol 0.812 0.213 3.498
Glicerol 0.6 4.3 0.14
HSH 0.4–0.9 3.0 0.13–0.3
Isomalta 0.5 2.0 0.25
Lactitol 0.4 2.0 0.2
Maltitol 0.9 2.1 0.43
Manitol 0.5 1.6 0.31
Sorbitol 0.6 2.6 0.23
Xilitol 1.0 2.4 0.42
Compara con:
Sucrosa
1.0 4.0 0.25
Fuente: Antonio Zamora, "Carbohydrates"

Como grupo de edulcorantes, este tipo de azúcares no posee una dulzura tan grande como la sucrosa (azúcar común), poseen además un bajo contenido calórico comparado. Su sabor es similar al del azúcar común y puede ser usado para ocultar los retrogustos causados por algunos edulcorantes. Los polialcoholes no son metabolizados por las bacterias bucales y este efecto hace de ellos ideales en su uso de edulcorantes medicinales, así como justifican su empleo como preventivos de las patologías bucales dependientes de la placa dentobacteriana.[1]​ No se ponen marrones cuando se le aplica calor, tal y como hacen los azúcares.

Además de su sabor dulce, algunos de los alcoholes pueden producir una sensación de frío en la boca (Quemestesis) cuando están presentes en grandes cantidades. Este es el caso de los chicles y caramelos. Esta sensación se da cuando la fase cristalina del sorbitol, eritritol, xilitol, manitol, lactitol y maltitol. Esta sensación se debe a que se produce una ligera reacción endotérmica en la boca.[2]

Los azúcares alcohólicos se absorben de forma incompleta en el torrente sanguíneo procedente del intestino delgado, lo que provoca unos cambios mínimos de glucosa en sangre, o por lo menos lo hace en menor escala que el azúcar. Esta propiedad hace que sean edulcorantes aptos para diabéticos o personas diagnosticadas con una dieta hipocalórica. Sin embargo, al igual que otras sustancias que no se digieren completamente, su consumo excesivo produce sensación de hinchazón, diarrea y flatulencia (Gases) debido a su baja absorción en el intestino delgado. Algunos individuos presentan estos cuadros incluso en pequeñas dosis. Con su uso continuado las personas adquieren un grado de tolerancia a los azúcares alcohólicos. Como una excepción, se sabe que el eritritol se absorbe en el intestino delgado y es excretado por la orina, de esta forma este polialcohol no tiene estos efectos secundarios en consumo moderado.

referencias

  1. a b Francia Catalina Melchora, Lissera Rosa Guadalupe, Battellino Valenti Luis José. «Efecto de polialcoholes sobre la formación de película adquirida y de placa bacteriana bajo condiciones in situ». ed Oral 2004; 6(2) : 47-53
  2. Cammenga, HK; LO Figura, B Zielasko (1996). «Thermal behaviour of some sugar alcohols». Journal of thermal analysis 47 (2): 427-434. doi:10.1007/BF01983984. 

Véase también