El incendio en Ávila evoluciona hacia su control, aunque sigue desalojada una urbanización

El incendio que se declaró el pasado viernes en Santa Cruz de Valle (Ávila) y que ya afecta a varios municipios del sur de la provincia abulense, presenta en la tarde del lunes una evolución “favorable” gracias a los trabajos realizados durante la madrugada por el amplio dispositivo desplegado en la zona, con el objetivo de evitar que llegue a Pedro Bernardo, según fuentes de la Junta de Castilla y León. No obstante, los vecinos de la docena de viviendas que integran la urbanización El Picadero, ya en el término municipal de Pedro Bernardo, continúan desalojados desde la noche del domingo, cuando el delegado territorial, José Francisco Hernández, ordenó su marcha “por precaución”. La situación, “sin ser buena, porque hay un grave riesgo todavía de reactivaciones, es la mejor que hemos tenido en los últimos días”, dijo el técnico de extinción del operativo, Javier Ezquerra.

El operativo desplegado en esta zona del Valle del Tiétar, que el domingo llegó a superar las 500 personas y alcanzó los 33 medios aéreos, ha actuado en la noche del domingo aplicando fuego técnico para impedir que las llamas “bajen” a Pedro Bernardo. “Aún quedan frentes activos y mucho trabajo para hoy”, ha señalado la Administración autonómica. La urbanización desalojada a última hora del domingo está situada a unos seis kilómetros del casco urbano de Pedro Bernardo, un municipio históricamente castigado por grandes incendios que le han hecho perder parte de la población que tenía en los años 80 y 90, ya que una de sus principales fuentes de vida era la madera. Este incendio, cuyas primeras estimaciones se calcula que ha arrasado unas 1.000 hectáreas, puede haber sido provocado, según han apuntado varios responsables del operativo, el alcalde de Santa Cruz del Valle, Enrique Rodríguez, y José Francisco Hernández, quien señaló este domingo que el fuego había sido “claramente intencionado, en la peor zona posible”.

En Galicia, el único incendio que permanece activo es el de Boiro (A Coruña). El fuego, que ha calcinado ya 2.200 hectáreas, comenzó el pasado jueves en Cures y se extendió a los municipios colindantes de Ribeira y A Pobra. Este fuego, que afecta a parte de la sierra del Barbanza, está perimetrado y sigue evolucionando favorablemente hacia su estabilización, indica Medio Rural en el análisis de los datos recabados hasta las 8.00 de este lunes 8 de agosto.

Otro de los fuegos que inquietaban, el de Xustáns, en Ponte Caldelas (Pontevedra), que ha quemado 380 hectáreas, está estabilizado. En Saiar, en Caldas, se encuentra controlado un incendio con 450 hectáreas devastadas. En Verín (Ourense) está igualmente estabilizado un fuego que ha arrasado con 600 hectáreas y que se inició en una decena de focos diferentes simultáneos entre sí. En esa provincia, casi a la una de la madrugada de este lunes surgió un pequeño incendio en Calvos de Randín, dentro del parque natural Baixa Limia-Serra do Xurés, pero a las 3.40 ya estaba apagado y el saldo es de 0,1 hectáreas de monte raso afectadas. La comunidad gallega inicia semana batallando contra llamas sin sofocar que suman 3.630 hectáreas.

Por otro lado, continúan los trabajos de extinción en la localidad alavesa de Zambrana donde comenzó un incendio este domingo por la tarde, según han informado fuentes de la Diputación de Álava. Las llamas motivaron el corte de la carretera A-3126, que aún permanece, aunque no se ha tenido que desalojar ninguna vivienda de la zona. El fuego se declaró hacia las 16.30 de la tarde en una zona de campo de cereal. En las labores de extinción están participando Bomberos de Álava apoyados por SOS Rioja, que ha desplazado al lugar un helicóptero.