Cuatro escapadas románticas para el puente de noviembre

Hay algo mágico en los días de otoño, cuando el aire se vuelve más fresco, el sol comienza a bajar un poco antes y los pasos empiezan a mezclarse con el susurro de las hojas caídas. El verano ya no es más que un recuerdo, los días son más grises y el frío nos empuja a sacar poco a poco la ropa de abrigo. El puente de noviembre es entonces la excusa perfecta para aventurarse en una nueva experiencia con la que recargar las baterías sin necesidad de ir muy lejos. En esos días que se sienten como un regalo inesperado, el deseo de descubrir nuevos horizontes, de pasear por calles desconocidas y de sentir la brisa de otros paisajes, se convierte en una llamada irresistible.

Escapadas por Europa para el puente de noviembre

Ya sea que busques perderte en una ciudad vibrante y cosmopolita, admirar joyas arquitectónicas que cuentan historias centenarias o sumergirte en culturas que despiertan los sentidos, hay destinos no tan lejanos que te permitirán vivir aventuras inolvidables. En solo unas pocas horas puedes encontrarte degustando una cálida taza de té en un barrio tradicional, recorriendo mercadillos coloridos o contemplando atardeceres sobre antiguos monumentos. Cada uno de estos lugares, aunque cercanos, te ofrece una experiencia tan rica como si te hubieras transportado a otro mundo.

¿Sientes el cosquilleo? Antes de decidirte a bajar las maletas del altillo, echa un vistazo a estos cuatro destinos, elige el tuyo y sorprende a tu pareja con un viaje con el que marcar en el calendario el puente de todos los santos.

Qué ver en Lisboa, la ciudad de las siete colinas

La capital portuguesa debe su apodo a siete montículos (Santa Catarina, Estrela, Penha de França, San Pedro de Alcántara, Castelo, Graça y Monte) que rodean el casco urbano y que ofrecen unas bonitas vistas de la ciudad. Ya sea paseando por sus características calles empedradas o subido al tranvía 28, que recorre alguno de sus barrios más icónicos, Lisboa te invita a descubrir su encanto nostálgico y su vibrante energía con la promesa de que un solo fin de semana bastará para enamorarte.

No te pierdas, por ejemplo, la majestuosa Torre de Belém, un emblema de la ciudad que te transporta al pasado marítimo de Portugal, saborea los deliciosos pasteis de nata y deja que el alma del fado te envuelva en una noche mágica en el Barrio Alto. Desde las vistas panorámicas de los miradores hasta el bullicio del mercado de la Ribeira, Lisboa promete sorprenderte y cautivarte en cada esquina.

Hoteles en Lisboa: Palacio Ramalhete

Situado en un palacio del siglo XVIII, en la elegante zona de Janelas Verdes, este hotel boutique dispone de habitaciones decoradas con muebles de época, suelo de madera y azulejos de cerámica auténticos. La mayoría de ellas tiene vistas al río Tajo, y sus instalaciones incluyen también una piscina climatizada al aire libre. Quienes ya se han alojado allí le otorgan una valoración media de 8,8 sobre 10 en la plataforma de Booking.

Palácio do Governador Lisbon Hotel & Spa

Un hotel para quienes buscan una estancia de lujo en el corazón del histórico distrito de Belem. A solo unos pasos de su emblemática torre, este establecimiento es la elección natural para quienes desean estar en Lisboa cerca de todo, desde la cultura hasta el ocio, pero lo suficientemente lejos como para sentir tranquilidad. Dispone de dos piscinas (para niños y adultos), camas balinesas y spa con una amplia gama de masajes, terapias y tratamientos relajantes, además de restaurante de cocina panasiática y bar.

Amor se deletrea con las letras de París

París es el destino por excelencia para una escapada romántica, y el puente de noviembre ofrece el momento ideal para disfrutar de su atmósfera mágica. Solo un vuelo de dos horas os separa de pasear, cogidos de la mano, por jardines tan bellos y populares como el de las Tullerías o el de Luxemburgo. Puedes perderte junto a tu pareja entre las estrechas calles de Montmartre, donde los artistas dibujan retratos y el aire bohemio se respira en cada esquina, o disfrutar de una cena íntima en uno de los acogedores bistrós que bordean las avenidas parisinas.

El encanto de París en esta época reside en su capacidad de envolverte con su belleza y sofisticación sin esfuerzo. Desde subir a la Torre Eiffel al atardecer y ver cómo la ciudad se tiñe de luces, hasta explorar las majestuosas salas del Louvre o simplemente sentarte en una terraza disfrutando de un café caliente: todo en París parece diseñado para celebrar el amor. Y, por supuesto, no hay mejor final para un día de romance que disfrutar de un paseo nocturno junto al Sena, donde la serenidad de la ciudad bajo las estrellas crea momentos que quedarán grabados en la memoria para siempre.

Hoteles en París: Belloy Saint Germain

El Hotel Belloy Saint Germain está situado en el histórico barrio de Saint Germain, cerca de los jardines de Luxemburgo y de la catedral de Notre Dame. El establecimiento ofrece habitaciones modernas con aire acondicionado, insonorizadas y equipadas con TV de pantalla plana. Su ubicación céntrica permite a los huéspedes explorar fácilmente las zonas cercanas, como el animado bulevar Saint-Michel y el Odeón. Además, la estación de metro de Cluny - La Sorbonne está a 270 metros del hotel.

Hotel des 3 Poussins

El Hotel 3 Poussins está situado en el distrito 9 de París, a poca distancia a pie de Montmartre, la Ópera Garnier y los grandes almacenes. Las habitaciones, amplias, tienen vistas a los patios, presentan una decoración personalizada y disponen de aire acondicionado, TV vía satélite y acceso en ascensor. Escoge este alojamiento para empezar cada día con un desayuno continental servido con platos fríos y calientes en el ático del edificio.

Roma, la ciudad eterna

Roma, con su mezcla inigualable de historia, arte y pasión, es un destino que nunca pasa de moda. Pasear por sus antiguas calles es siempre una experiencia íntima, casi como si estuvieras recorriendo con tus pasos las páginas de un libro de historia. Imagina caminar por el Coliseo al atardecer, cuando los rayos dorados del sol acarician sus milenarias piedras, o perderte en los foros romanos, donde cada ruina te susurra historias de un pasado glorioso.

El encanto de Roma no solo reside en monumentos como la majestuosa Fontana di Trevi o la imponente Basílica de San Pedro, sino también en los pequeños placeres cotidianos. Disfruta de un espresso o de un capuccino (solo los extranjeros lo tomamos más allá del desayuno) en una pequeña trattoria en el Trastevere, mientras observas la vida pasar en esta vibrante ciudad que nunca parece detenerse. En noviembre, Roma te recibe con una calidez entrañable, donde cada rincón, desde sus acogedoras piazzas hasta sus museos repletos de tesoros, invita a descubrir, saborear y enamorarse una y otra vez de la “ciudad eterna”.

Hoteles en Roma: Villa Duse

Villa Duse es un pequeño y acogedor hotel en el distrito de Parioli, un tranquilo barrio residencial lleno de buenos bares y restaurantes desde el que acercarse con facilidad al centro histórico. Cuenta con habitaciones de diseño en un elegante edificio con jardín compartido y wifi gratuita en todo el establecimiento, y un trato cercano y profesional que les ha hecho acumular una valoración media de 9,2 en Booking. La estación de tren Roma Termini está a 20 minutos en autobús.

Antica Dimora Delle Cinque Lune

Un hotel diferente con una ubicación excepcional, a solo un minuto a pie de la famosa Piazza Navona, a 10 minutos del castillo de Sant Angelo y a 15 de la plaza de San Pedro del Vaticano. Las habitaciones están decoradas con empapelado y tejidos de lujo, y cuenta con una terraza en el ático desde la que poder disfrutar de unas vistas espectaculares de Roma.

Marrakech, la ciudad roja

Marrakech, conocida como la “ciudad roja” por el característico tono rojizo de sus antiguas murallas y edificios de adobe, es un destino que te transporta a otro mundo en cuanto pones un pie en sus calles. Durante el puente de noviembre, el clima templado de esta vibrante ciudad marroquí es perfecto para explorar sus zocos llenos de especias, telas y artesanías, o perderte en la bulliciosa plaza Jemaa el-Fna, donde encantadores de serpientes y músicos llenan el aire con sonidos y colores únicos.

Deja que la magia de los palacios y jardines como el de Majorelle te envuelva, mientras disfrutas del contraste entre la serenidad de los riads tradicionales y la energía vibrante de la medina. Marrakech te ofrece una experiencia sensorial inigualable, donde el pasado y el presente se entrelazan en cada rincón de una ciudad que es, ante todo, fascinante.

Hoteles en Marrakech: The Central House Marrakech Medina

Este riad (un alojamiento típico marroquí caracterizado por un patio interior, alrededor del cual se distribuyen las habitaciones y zonas comunes) acumula ya más de 1.600 valoraciones y una puntuación media de 9 sobre 10 en Booking. Dispone de azotea con terraza y vistas a la cordillera del Atlas, su patio central cuenta con piscina y goza, además, de una excelente ubicación: la plaza de Jemaa el-Fna queda a 10 minutos a pie, y el jardín Majorelle a solo 20.

Riad Dar El Masa

Este riad cuenta también con una buena ubicación (cerca de puntos de interés como Palacio Bahia, Museo Boucharouite y Plaza Jemaa el-Fna), patio central y alojamiento con desayuno incluido. Dispone de piscina cubierta, recepción 24 horas y servicio de alquiler de coches, además de ofrecer traslados para ir o volver del aeropuerto.