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2020 | Un año maldito

Termina un año maldito, 2020, en el que un enemigo invisible, el coronavirus SARS-CoV-2, ha golpeado al mundo. La pandemia lo marcó casi todo, aunque hubo otras noticias, como la salida de España del rey emérito, las elecciones de Estados Unidos, el Black Lives Matter… Los columnistas de ‘El País Semanal’, los expertos de EL PAÍS y firmas invitadas, como Ferran Adrià y Álex Corretja, analizan los temas y acontecimientos que definieron este año: 30 miradas únicas que hablan de ciencia, confinamiento, solidaridad, crispación política...

La portada de este número especial retrata toda la angustia, el dolor y la incertidumbre que han marcado a fuego este 2020. Son dos sanitarias que se abrazan y lloran la muerte de Esteban Peñarrubia, enfermero del hospital Severo Ochoa de Leganés (Madrid), uno de los primeros profesionales de nuestra sanidad pública víctima de la covid-19. Después de los ancianos, y su injustificable abandono en las residencias, el personal sanitario es el que ha pagado un precio más alto —en vidas y en contagios— en la lucha contra el virus, al que se enfrentaron en los primeros momentos completamente desprotegidos.

2020 ha sido un año negro, sin paliativos. Nunca sospechamos que la globalización era también esto: un minúsculo meteorito que impacta en Wuhan (China) y transmite su capacidad de destrucción a la velocidad del rayo hasta el último rincón del planeta. No lo vimos venir, no estábamos preparados y hemos pagado nuestra soberbia con más de un millón y medio de muertos en todo el mundo y el colapso de nuestras economías. Nos creíamos a salvo en nuestras sociedades hiperprotegidas, e hicimos oídos sordos a las señales anticipatorias que lanzaron otros virus, y a quienes pedían planes de contingencia.

Para ser justos, la ceguera no es exclusivamente institucional: los votantes tendemos a no prestar atención a políticos, gestores o científicos que pidan recursos para cualquier amenaza que nos resulte invisible o incomprensible. Es el caso de la covid-19. Y ni siquiera cuando se materializó esa amenaza fue suficiente para algunos: hemos visto gentes por la calle sin mascarilla, clamando “¡libertad!”, y furibundos usuarios de redes sociales diseminando otro peligroso virus, el de la desinformación. Hay quienes desde sus despachos oficiales se convirtieron en apóstoles del negacionismo y aplicaron sin escrúpulos el manual básico del buen manipulador: ante la incertidumbre, exagera la confusión, desacre­dita a los expertos, niega la evidencia y señala un culpable. Por cierto, Donald Trump apura sus últimos días en la Casa Blanca, enfrascado precisamente en la búsqueda de culpables, tras perder las elecciones contra Joe Biden por más de siete millones de votos.

Inmunidad de rebaño. Doblegar la curva. Fómites. Antígenos. Pangolín. Hidroalcohólico. Aerosoles. Confinamiento. Carga viral. Rastreadores. Tasa de incidencia… La inflación de nuevas expresiones, términos técnicos y palabras durmientes que incorporamos a nuestro lenguaje cotidiano en 2020 demuestra lo excepcional del año. Algunas, como nueva normalidad, nos parecieron mágicas hasta que descubrimos su endeblez. Desempolvamos también el lenguaje bélico: frentes, retaguardias, toques de queda, batallas ganadas y perdidas, estrategias fallidas, víctimas, héroes y un enemigo común. Los ciudadanos, primero en Italia, luego en España y después en el resto del mundo, encontramos una expresión más pura y emocionante que toda la glosa épica: los aplausos desde el balcón, cada día a las ocho de la tarde, en homenaje a quienes nos han mantenido con vida.

El rayo de esperanza ha llegado en los últimos compases del año. La británica Maggie Keenan, de 90 años, sonreía al recibir la primera dosis de la primera vacuna anticovid en nuestro entorno, un golpe de efecto que el Reino Unido quería capitalizar a toda costa ahora que rompe definitivamente con la Unión Europea. Así que la globalización también era esto: un formidable esfuerzo científico, económico, cooperativo y logístico transnacional para encontrar, fabricar y distribuir en tiempo récord el antídoto contra uno de los virus más escurridizos de la historia.

Además del mecanismo preciso de cómo actúa en nuestros cuerpos el SARS-CoV-2, seguimos sin saber muchas otras cosas. La profundidad de esta segunda y brutal recesión económica —la segunda en apenas dos décadas del siglo XXI—, por ejemplo, o cuándo llegará la recuperación, o la influencia que tendrán los cambios tecnológicos acelerados en nuestras vidas personales y laborales. No sabemos cuánto tiempo habrá que estirar la solidaridad colectiva para atender las largas colas del hambre. Pero sí sabemos que seguimos siendo vulnerables, y quizá uno de los grandes aprendizajes pendientes sea cómo lidiar con nuestros sentimientos de fatiga, angustia, soledad, irritación y pena.

Testigos de una realidad confusa y desgarradora, en El País Semanal hemos acudido a la cita con los lectores cada domingo de este año maldito, y este número que tienen entre manos es el resumen de este esfuerzo de fotógrafos, periodistas y editores, a veces en circunstancias muy difíciles, por conocer y transmitir la dura realidad que se vivía en residencias, hospitales, funerarias, camposantos y en la intimidad de muchos hogares.

A principios de abril, uno de nuestros reporteros pasó tres días en un gran hospital de Madrid para vivir de primera mano la lucha encarnizada que se libraba contra el coronavirus. Volvió a casa: evitó el contacto físico con su mujer y sus niñas, desinfectó lo que llevaba encima, se frotó la piel en la ducha hasta casi despellejarse. Miró con aprensión el bloc donde había anotado todo lo que había visto, lo que le habían contado. Lo metió en el horno, por si acaso. ­Milagrosamente, la tinta no se borró. Y así pudo —­pudimos— contarlo.

Coronavirus

Breve cronología

El coronavirus paró el mundo, pero la Tierra siguió girando. Cayó Trump. Murió Maradona. Continuaron retumbando las causas sociales. Por Pablo de Llano

Desastre y épica

Por Juan José Millás


Brotó en plena pandemia como esas flores indomables que se abren paso en las grietas del asfalto, y con un peso (contándolo todo: piel, vísceras, huesos) que apenas alcanzaba el kilo

La experiencia china

Cómo renacer después del virus, por Macarena Vidal Liy


Tras ser mirada con lupa como posible origen de la pandemia, la gran potencia sube enteros tras una eficaz gestión de la crisis sanitaria

El confinamiento

Tiempos amurallados, por Irene Vallejo


Quienes erigen muros sueñan con una imposible seguridad. La palabra “seguro” procede del latín sine cura, es decir, “tranquilo, sin preocupación ni cuidado”. Lo que este encierro ha desvelado es, precisamente, el valor irrenunciable de cuidar y tener cuidado

Los sanitarios

Los aplausos no bastaron, por Ana Alfageme


Trabajar en cualquier labor sanitaria ya era heroico en España antes de la pandemia: un oficio precarizado y mal pagado. Pero el virus planteó además un reto físico, mental y anímico

Los mayores

Héroes callados, por Rosa Montero


Probablemente no haya habido nunca una sociedad que haya tratado tan mal a los viejos como la actual. Sobre este miserable caldo de cultivo se abatió el coronavirus

La hostelería

Más empatía, por favor, por Ferran Adrià


La covid no respeta a nada ni a nadie. Y eso incluye a toda la hostelería, que ha sufrido y sufre. Pero está claro que el desastre no ha sido igual para los negocios de Barcelona o de Madrid, de Salou o de Marbella

La economía

Una lenta normalización, por Emilio Ontiveros


Esa será la principal secuela que dejará esta crisis: la alteración de actitudes y comportamientos tras verificar que las condiciones de vida pueden sufrir también por elementos ajenos, en gran medida imprevisibles

La cultura

La más cruel de las contradicciones, por Tereixa Constenla


La cultura afrontó una nueva paradoja: el hundimiento económico de sus trabajadores debido a la cancelación de eventos al tiempo que se disparaba el consumo de sus productos

Educación

La escuela de la pandemia, por Ana Torres Menárguez


Cerca de 8,2 millones de estudiantes no universitarios han visto cómo se cerraban las puertas de sus centros educativos y cómo, a la vez, las carencias de sus hogares se colaban aún más en su trayectoria académica

El tándem Illa-Simón

Una rueda de prensa ininterrumpida, por Íñigo Domínguez


Simón parecía ir siempre tarde, por detrás del virus, y era Illa el que llegaba a tiempo, con aplomo. Si esto es política, estrategia o también casualidad, no lo sabemos

La vacuna

Del veneno al antídoto en un año, por Javier Sampedro


Nos creíamos a salvo de nuestras sociedades hiperprotegidas e hicimos oídos sordos a las señales anticipatorias que lanzaron otros virus y a quienes pedían planes de contingencia

Solidaridad

El hijo de la barrendera, por Almudena Grandes


La pandemia ha aumentado el tamaño de unas imágenes que se han colado en nuestra propia casa porque estaban en el balcón de al lado, en la puerta de enfrente, en la residencia de nuestros padres

Soledad en los estadios

Dibujitos, por Martín Caparrós


Y es cierto que esos estadios vacíos tienen la obscenidad del rey desnudo: que se le ven los frunces, las arrugas, se le oyen los gritos. Pero el mundo está lleno de reyes en pelotas y allí siguen gritando

Los memes

El diván colectivo, por Lucía Taboada


Ante la incertidumbre y la preocu­pación, nos hemos convertido en emisores y receptores de humor pandémico. Las redes ­sociales y especialmente los memes han sido un efectivo ungüento psicológico

España

La crispación

Política necrófila, por Xosé Hermida


En ningún otro gran país europeo se ha vivido un ambiente político así, con un Congreso de los Diputados tétrico y con barbaridades fúnebres crepitando en los discursos

Operación Kitchen

Cloacas del Estado al rescate del poder, por José Manuel Romero


En noviembre Jorge Fernández y Francisco Martínez protagonizan un careo sórdido. Intentan eludir su responsabilidad penal sobre el espionaje ilegal a Bárcenas pagado con fondos públicos

La Monarquía

La caída del rey Juan Carlos, por Manuel Vicent


En agosto de 2020, seis años después de abdicar, el ex jefe del Estado se marchó de España. Una historia cuyo final está aún sin escribir

Cataluña

Un país en el diván, por José Martí Gómez


Hablas con gentes que se alinean en un lado de la barricada ideológica y con las que se alinean en otra y con gentes no atrincherada en ninguna de las dos, y concluyes que son mundos irreconciliables que discuten sin escucharse

Internacional

Estados Unidos

El año que lo vivimos todo, por Amanda Mars


Comenzó con el tercer juicio a un presidente desde su fundación; siguió con la peor pandemia en un siglo, con la recesión más aguda desde la Gran Depresión de 1929 y con la mayor oleada de protestas raciales desde el asesinato de Martin Luther King, en 1968

Chile / Venezuela

Error de paralaje, por Leila Guerriero


En octubre, una gran mayoría de chilenos aprobó en plebiscito la reforma de la Constitución, y que la comisión encargada de redactarla la integraran ciudadanos elegidos por voto popular

Alto Karabaj

La guerra de las seis semanas, por Pilar Bonet


El conflicto por el dominio del Alto Karabaj ha costado miles de vidas (Bakú cifra sus bajas militares en 2.783 y Eriván en 2.425)

Cultura

<b>El adiós de Juan Marsé.</b> El pasado 18 de julio, como un último guiño a uno de los escritores que mejor retrataron el tardofranquismo y el paso a la democracia desde la Barcelona de barrio, murió Juan Marsé. Tenía 87 años y había recibido el Premio Cervantes en 2008. Desde Últimas tardes con Teresa a El amante bilingüe o Rabos de lagartija, trazó una carrera coronada de éxitos que nos retrató con brillantez. Esta imagen fue tomada en 2014.
El adiós de Juan Marsé. El pasado 18 de julio, como un último guiño a uno de los escritores que mejor retrataron el tardofranquismo y el paso a la democracia desde la Barcelona de barrio, murió Juan Marsé. Tenía 87 años y había recibido el Premio Cervantes en 2008. Desde Últimas tardes con Teresa a El amante bilingüe o Rabos de lagartija, trazó una carrera coronada de éxitos que nos retrató con brillantez. Esta imagen fue tomada en 2014.Consuelo Bautista
<b>El año triunfal de Taylor Swift</b>. Tras unos años en que el pop ha sido dominado por la música latina y los derivados del hip-hop, regresa la raíz folk más joven, heredera de Dylan, con una nueva reina como Taylor Swift. 2020 ha sido de nuevo su año, coronado con varias candidaturas a los Premios Grammy por su último trabajo: Folklore, para parte de la crítica el mejor disco del año. Fue compuesto en plena cuarentena y se enfrenta en la próxima edición a Beyoncé y Dua Lipa.
El año triunfal de Taylor Swift. Tras unos años en que el pop ha sido dominado por la música latina y los derivados del hip-hop, regresa la raíz folk más joven, heredera de Dylan, con una nueva reina como Taylor Swift. 2020 ha sido de nuevo su año, coronado con varias candidaturas a los Premios Grammy por su último trabajo: Folklore, para parte de la crítica el mejor disco del año. Fue compuesto en plena cuarentena y se enfrenta en la próxima edición a Beyoncé y Dua Lipa.Tasrightsmanagemnt 2020 (Getty Images)
<b>Nobel para la poesía de Louise Glück.</b> “Mi alma se marchitó y se encogió. / El cuerpo se convirtió en un vestido demasiado grande para ella…”. Son versos de El vestido, poema de la estadounidense Louise Glück, ganadora del Premio Nobel de Literatura de 2020. Tras una polémica con su editorial, Pre-Textos, será publicada en español por Visor a partir de 2021.
Nobel para la poesía de Louise Glück. “Mi alma se marchitó y se encogió. / El cuerpo se convirtió en un vestido demasiado grande para ella…”. Son versos de El vestido, poema de la estadounidense Louise Glück, ganadora del Premio Nobel de Literatura de 2020. Tras una polémica con su editorial, Pre-Textos, será publicada en español por Visor a partir de 2021.Michael Dwyer (AP)

Deporte

Adiós a Michael Robinson

Nunca caminarás solo, por Carlos Martínez


Ese espíritu tuyo capaz de disfrutar de lo que hubiera: ostras o panceta. Si había buen rollo igual daban papas fritas que torreznos. El caso era disfrutar

Kobe Bryant

Un icono universal, por Robert Álvarez


Aquella brumosa y fatídica mañana del 26 de enero dejó al mundo huérfano de un icono deportivo, un incipiente empresario de 41 años y un modelo para muchas personas por su implacable ética de trabajo

Rafa Nadal

El tenista inimaginable, por Àlex Corretja


Hablamos de un deportista de otra pasta. Único. ¿Por qué? Porque para Nadal no existen límites, o al menos no aquellos que circunscriben a la inmensa mayoría de los deportistas de élite

Si Diego Armando Maradona fue en vida un cruce de símbolos, mucho más lo es ahora después de su muerte, el pasado 25 de noviembre. Lo vemos en una imagen tomada en 2006 en su palco de La Bombonera, con camiseta del Boca Juniors, su equipo del alma, un habano y un tatuaje del Che Guevara. En la imagen de arriba, del 26 de noviembre, miles de fans toman las calles de los alrededores de La Casa Rosada, en Buenos Aires, donde se le pudo rendir homenaje, con camisetas de la selección y el10 a la espalda del campeón del mundo. En vida tocó el cielo y el infierno. Ahora queda la leyenda.
Si Diego Armando Maradona fue en vida un cruce de símbolos, mucho más lo es ahora después de su muerte, el pasado 25 de noviembre. Lo vemos en una imagen tomada en 2006 en su palco de La Bombonera, con camiseta del Boca Juniors, su equipo del alma, un habano y un tatuaje del Che Guevara. En la imagen de arriba, del 26 de noviembre, miles de fans toman las calles de los alrededores de La Casa Rosada, en Buenos Aires, donde se le pudo rendir homenaje, con camisetas de la selección y el10 a la espalda del campeón del mundo. En vida tocó el cielo y el infierno. Ahora queda la leyenda.Marcos Brindicci (Reuters)

Periodismo

Periodismo

En la era de la mentira, por Javier Cercas


El buen periodismo es más necesario que nunca. Aquel que no se limita a contar la verdad, sino que además desenmascara mentiras. O al menos no acepta ser cómplice de ellas

Opinión

Todavía en 2020, por Javier Marías


Las ansiedades y depresiones se han disparado, el insomnio y las pesadillas, el ánimo está agotado. Pero hay que aguantar algo más

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