El escándalo de la deuda bancaria de México divide las filas del PRI

La alianza parlamentaria entre el gubernamental Partido Revolucionario Institucional (PRI) y el opositor Partido de Acción Nacional (PAN) para legalizar el multimillonario rescate bancario de hace tres años fue aplaudida ayer por el empresariado y la banca de México, denunciada por el Partido de la Revolución Democrática (PRD), centroizquierda, y ha resquebrajado las filas del oficialismo.En una de las sacudidas políticas más importantes de los últimos años, cuya onda expansiva dividió a la oposición parlamentaria al PRI, al menos 20 diputados de este partido exigen a su dirección que expulse a los siete compañeros de escaño que rompieron con la disciplina debida al votar contra el acuerdo de constitución de un instituto que asumirá como deuda del Estado los aproximadamente 65.000 millones de dólares (9,3 billones de pesetas) desembolsados en 1995 por el Gobierno de Ernesto Zedillo para evitar una bancarrota generalizada y el colapso del sistema financiero.

El PRD estudia impugnar la Ley de Protección al Ahorro Bancario. La noche del sábado, en una sesión acompañada por tomatazos e insultos, los siete diputados disidentes negaron su apoyo al acuerdo por estimar que salva a los banqueros y empresarios sin deslindar responsabilidades y culpas, y castigará a los sectores de la sociedad más débiles.

Todos los gastos y obligaciones del nuevo organismo correrán a cargo de los presupuestos generales del Estado, en detrimento de las obras públicas y de las partidas asignadas a educación y salud. También en los asientos parlamentarios del PAN se produjeron 12 deserciones.

Y algunos de los diputados conservadores que apoyaron al partido gubernamental en el Congreso lo hicieron con descalificadoras salvedades. "Molesta votar con el PRI; molesta que un grupo de ineptos maneje el país. Los últimos presidentes, incluido el actual, han llevado la ruina a México", tronó la senadora Ana Rosa Payán, el PAN.