Un policía se encuentra en grave estado de salud tras ser baleado por un sacerdote en Bogotá

Una reunión social entre dos sacerdotes y dos policías en una casa de religiosos terminó de la peor manera el pasado sábado en el suroriente de Bogotá. Tras compartir varios tragos, uno de los curas le disparó a uno de los uniformados. La Policía Metropolitana ha confirmado este martes que la víctima se encuentra en grave estado de salud en el Hospital Central de la Policía Nacional. La Fiscalía, por su parte, ha informado que investiga el caso para esclarecer las causas del hecho y determinar si fue un accidente.

La entidad acusatoria relata en un reporte que los vecinos del barrio Juan Rey, en la localidad de San Cristóbal, escucharon en la madrugada del sábado unos disparos que provenían de la casa de curas. Dieron aviso a la Policía, que envió a unos patrulleros que cumplían labores de vigilancia en la zona. Al llegar, se encontraron con dos sacerdotes que manipulaban dos armas de fuego y un policía herido por un balazo. Uno de los religiosos le dijo a las fuerzas de seguridad que el otro había disparado contra la víctima, que según ha señalado Caracol Televisión es el subintendente Jesús Daniel Cortés, de 25 años.

Ambos fueron detenidos in fraganti. Sin embargo, un juez los liberó tras encontrar irregularidades en la captura. “Hubo registro de inmueble y no se comunicó de esta situación en el informe de captura en flagrancia por parte de los policías”, informó la Fiscalía en un comunicado. De otra parte, Cortés fue trasladado al Hospital La Victoria y posteriormente al Hospital Central de la Policía. Allí se encuentra hospitalizado por un trauma cardíaco severo.

No hay detalles confirmados sobre por qué los policías se encontraban en la casa de religiosos. Algunas versiones periodísticas señalan que el disparo pudo ser accidental, cuando los sacerdotes les mostraban unas armas a los policías. Otras enfatizan en el estado de embriaguez en el que se encontraban los curas, identificados como Miguel Ángel González y Frank Castro Guzmán.

Este no es el primer crimen que involucra a un cura y que llega a los titulares nacionales de Colombia en los últimos meses. En marzo, el sacerdote Javier Eduardo González fue encontrado muerto en la mesa de un bar de Medellín.

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